Un vendedor ambulante acusado de intentar asesinar a otro, que tenía el puesto colindante en un mercadillo de la capital de Málaga, al agredirlo con un hacha, se conformó ayer con una pena de tres años y medio de prisión tras reconocer los hechos, que ocurrieron en enero de 2009, según informaron fuentes judiciales.
El hombre admitió los hechos por los que se le acusaba y expresó su arrepentimiento, al tiempo que pidió perdón por lo ocurrido. Así, el fiscal modificó su acusación inicial, en la que pedía ocho años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa, en lo que respecta a la prisión. No obstante, mantuvo la prohibición de que el acusado se acerque a menos de 300 metros o comunique con la víctima durante 10 años y el pago de una indemnización de 15.000 euros por las secuelas y de otras cantidades por la curación y los días de impedimento.
Los hechos sucedieron en el mercadillo de la Avenida de Europa, de la capital, donde acusado y víctima ejercían la venta ambulante. Así, el procesado mantuvo una discusión con el propietario del puesto colindante al suyo, al parecer, por el espacio físico utilizado por cada uno para colocar los puestos. Una vez terminaron de discutir y cuando la víctima se encontraba agachada de espaldas colocando un cajón de frutas, el acusado, según la Fiscalía, "de forma súbita", propinó con el filo de un hacha de 40 centímetros un golpe en la cabeza al otro hombre, que recibió un segundo golpe, que le hizo caer al suelo. El acusado ocultó el hacha debajo del asiento del conductor de la furgoneta de su mujer, que estaba aparcada en la zona, y salió huyendo, aunque fue convencido por sus familiares para que se entregara.
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