"En verano no hay sitio para estudiar"
Salas de estudios
Sólo tres bibliotecas de la capital malagueña abren por las tardes en verano ante las quejas de opositores y estudiantes
El verano no tiene por qué ser sinónimo de vacaciones para todos. Son muchos los que tienen que estudiar por estas fechas. La mayoría de ellos opositores, pero también hay estudiantes con asignaturas pendientes o universitarios que están realizando sus tesis. "Aquí nos conocemos todos. Los que estudiamos por las mañanas en Ollerías somos los mismos que vamos por las tardes a la Avenida de Europa. Casi todos opositores", asegura la psicóloga Marina Díaz, que oposita al PIR. Y el problema reside en que no hay sitio suficiente en la capital donde poder estudiar por las tardes en julio y agosto. Durante el periodo estival sólo existen tres bibliotecas en la capital malagueña que permanezcan abiertas: la general de la Universidad de Málaga, la de la Facultad de Económicas y la del Estado (situada en la Avenida de Europa, 49). El horario de las dos primeras es de 9:00 a 19:00 y el de la tercera es de 9:00 a 21:00 (abierta ininterrumpidamente). El resto de bibliotecas cierran a partir del mediodía.
En general, los jóvenes se quejan por esta situación. Reclaman más bibliotecas donde poder estudiar por la tarde. "Durante el curso estudio en mi facultad. Pero ahora sólo abre por las mañanas, así que me vengo a la general porque no cierra al mediodía y me puedo quedar más tiempo. Ahora en verano se estudia muy bien aquí, pero en época de exámenes es horroroso. He llegado a estar una hora y media haciendo cola y luego a la hora de entrar he tenido que irme porque no quedaba sitio. Somos muchos. Deberían abrir más bibliotecas en estas fechas", relata Luis Alberto Ruiz, estudiante de tercero de Telecomunicaciones de la Universidad de Málaga.
La Biblioteca de la Avenida de Europa, que cierra a las 21:00, recibe muchas quejas por parte de sus usuarios: "Hay mucho ruido, mucha gente y el aire acondicionado no funciona bien. No hay sitio para estudiar", se queja otra opositora. Pero, según la asesora de Información Bibliográfica y Referencia, Rosa María Barroso Jerez, hay suficientes puestos para estudiar pero se utilizan de manera inadecuada: "No hacen un buen uso de la biblioteca. Se ponen en la sala de lectura a estudiar cuando está terminantemente prohibido hacerlo. Se reservan el sitio de unos a otros. Cosa que tampoco se puede hacer. Les da igual todo y si les llamas la atención, protestan. No se dan cuenta que esto es una biblioteca pública".
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