Un verano para trabajar y ganarse unos euros

La temporada estival es un buen momento para obtener ingresos extra · Siete jóvenes narran cómo atender a otras personas que disfrutan de sus vacaciones con alegría

Rafael Blanco ejerce de hamaquero en Fuengirola.
Rafael Blanco ejerce de hamaquero en Fuengirola.
N. Alonso · B. Rodríguez / Málaga

19 de julio 2010 - 01:00

A primera vista trabajar en verano puede resultar algo muy tedioso y hasta desagradable. Sobre todo, si se es joven y se tienen más ganas de fiesta que de madrugar. Sin embargo, cada verano llegan a la Costa del Sol en torno a cuatro millones de turistas y es un magnífico momento para echar unas horas en algún empleo y ganarse un dinero que puede venir muy bien para el resto del año.

En pleno corazón de la playa de Los Boliches, en Fuengirola, se encuentra una instalación de ocio, llena de colchonetas, destinada a los más pequeños. El encargado de coordinar esta atracción es Rubén Ortiz, un joven de 18 años que desde hace casi dos trabaja por todo el litoral gestionando todo tipo de elementos de ocio. Rubén señala que "las colchonetas se instalan durante los tres meses de verano" y, lo más duro para él es "sin duda, el calor porque hay días que son infernales y que no corre ni una brisa". Este joven malagueño subraya que la crisis "se está notando mucho" hasta el punto de que "antes había días que podías ganar 70 euros en una mañana y ahora puedes estar toda la mañana aquí sentado sin ganar nada". A Rubén le pagan por jornada y, como mucho, puede llegar a cobrar 1.000 euros.

La playa es un elemento común para encontrar trabajo. Patricia Pajares es vigilante y, además de controlar que no haya incidentes, facilita todo tipo de información a turistas y vecinos. Lleva cinco veranos desempeñando esta labor y también hace hincapié en que lo peor es el calor "pero si cumples las recomendaciones la situación se hace más llevadera". Patricia reconoce que el sueldo no es alto "si hay que pagar una casa o mantener una familia pero si eres estudiante puedes usarlo para el resto del año".

En la playa también está Rafael Blanco. Tiene, junto a su padre, 90 hamacas y, aunque las tienen disponibles durante ocho meses al año, "nuestro punto fuerte es el verano". Asegura que la crisis está provocando que "a la gente le cuesta más venir a pedir una hamaca" y han perdido un 30% de ingresos respecto a años anteriores. A pocos metros Nánder Palma-Sevilla vigila que no haya ningún accidente en el agua del mar y alguien pueda ahogarse o salir malherido. Este verano es su segundo año como socorrista "y la verdad es que estoy muy contento porque así consigo dinero para el resto del año", afirma. Nánder estudia tercero de Ciencias Ambientales y destaca que este tipo de trabajos son perfectamente compatibles con la carrera. Este joven lleva, por ahora, bien el hecho de ver como el resto de personas disfrutan de la playa. "Lo verdaderamente complicado es pasar toda la jornada bajo el sol", explica aunque, hasta el momento, han tenido la suerte, él y sus compañeros, de no tener que realizar ningún rescate, por lo que desarrollan mayoritariamente labores de prevención.

Sara Gómez también es socorrista pero, en este caso, trabaja en una piscina. La contrataron en el hotel Guadalmina de Marbella el pasado 14 de junio y estará en el puesto hasta finales de agosto. Sara afirma que estudia un módulo de administración de empresas y el próximo año se ha marcado como objetivo estudiar un módulo superior de Psicología Infantil. Una buena práctica, desde luego, la tendrá en la piscina pues son numerosos los niños que están continuamente jugando y bromeando en el agua. Sara empezó a trabajar en verano el año pasado cuando cumplió 18 y destaca de este trabajo "la oportunidad de conocer a gente de todas partes. Inglaterra, Francia, Alemania… Lo cierto es que puedo practicar idiomas, y conocer a personas muy diferentes".

En el área de la hostelería también es frecuente ver a jóvenes trabajando. Cristina Al-Farkh tiene 19 años y el verano pasado estuvo empleada en un restaurante. En esta ocasión ha sido contratada como dependienta en un puesto de helados, refrescos y patatas. Cristina empezará este año en Granada un ciclo formativo de grado superior de Gestión Comercial y Marketing por lo que ha sido contratada de julio a agosto, "el tiempo justo" para poder obtener unos ahorros. De hecho, esta joven asegura sentirse bien pagada. "A pesar de la crisis es un sueldo bastante decente si tenemos en cuenta que el trabajo que hago no es duro", indica. Ya está pensando, además, que también trabajará el próximo verano, por lo que es más que previsora.

Alejandro Lozano estudia Comunicación Audiovisual en la Universidad de Málaga y este verano trabaja como ayudante de camarero en el hotel Don Carlos de Marbella. "Consiste no en servirle directamente a los clientes, sino llevar las cosas hasta un aparador cercano donde el maître las toma y las sirve. Soy un transportista cualificado [se ríe]". Dice que tuvo suerte porque hizo la entrevista de trabajo un viernes y empezó a trabajar un lunes. El sueldo se lo piensa gastar en una cámara de fotos que permite grabar vídeo en alta definición y de cara al verano que viene precisa que "tengo el corazón dividido porque quiero hacer prácticas pero teniendo en cuenta lo que se gana en el Don Carlos y en las prácticas...".

stats