Veterinarios de Málaga cierran por un IVA superreducido, menos burocracia y un botiquín como en España

Las reivindicaciones están repartidas para el Gobierno central y la Junta de Andalucía

Manifiesto de los veterinarios de Málaga que han hecho un cierre simbólico

Manifiesto de los veterinarios de Málaga que han hecho un cierre simbólico / Javier Albiñana

Las más de 300 clínicas veterinarias de la provincia de Málaga cierran este martes. Lo hacen a las 11:00 y durante una hora para expresar su hartazgo ante el exceso de burocracia, el alto IVA que se aplica a su asistencia y los condicionantes que tienen en el uso de ciertos medicamentos. A la protesta se suma el medio centenar de veterinarios ambulantes. El lema de la movilización, que reparte reivindicaciones para el Gobierno central y la Junta de Andalucía, es La veterinaria dice basta. Y lo hacen bajando sus persianas.

Una de las demandas es la rebaja del IVA. En la actualidad es del 21% y el colectivo reivindica que sea superreducido. Es decir, del 4% para que sus servicios sean "económicamente más accesibles" habida cuenta de la importancia de la sanidad animal. Es una petición al Gobierno. El presidente del Colegio de Veterinarios (Colvet) de Málaga, Juan Antonio de Luque, ha recordado que la Ley de Protección y Bienestar Animal los cataloga como seres sintientes, "pero los penaliza con el 21% de IVA".

Otra demanda para la Administración central es menos carga burocrática a la hora de prescribir antibióticos. Cuando los recetan o los ponen, deben comunicarlos al Ministerio de Agricultura, una obligación que entraba en vigor en 2030, aunque se adelantó a 2023. Pero De Luque ha recordado que ya esa información se comunica con anterioridad al Ministerio de Sanidad por lo que existe "duplicidad". Un documento emitido por el colectivo para explicar la situación ha insistido en que durante años, han "asumido en silencio cargas inaceptables en pro del bien social, pero hoy decimos basta".

También le piden al Gobierno que puedan suministrar los medicamentos para el tratamiento completo. Ahora dan el primero y la receta para los días posteriores. "No queremos vender los medicamentos, pero sí suministrar la totalidad", ha aclarado De Luque. Ha esgrimido que así administrarían sólo los días necesarios, no se producirían sobrantes y se lucharía contra la resistencia a antibióticos.

Entre sus reivindicaciones, también tienen alguna para la Junta de Andalucía. Por ejemplo, piden a la Administración autonómica disponer en el botiquín de las clínicas los aproximadamente 150 medicamentos de uso humano que también se emplean en animales. Frente a esta cifra, en esta comunidad sólo pueden tener 13. Para los demás deben recurrir a un procedimiento burocrático -la receta excepcional- que es "un agravio comparativo" en relación al resto de España. Es decir, reivindican un acceso "fácil y rápido" a estos fármacos como en las clínicas españolas de las demás regiones.

También están en contra del empleo categorizado de los antibióticos. Esto les obliga a ir bajando paso a paso de la D a la A en su uso, aunque sepan que, por ejemplo, el animal no se curará hasta que no le apliquen el tratamiento B. Una graduación que, entienden, es una pérdida de tiempo y una "limitación del juicio clínico del veterinario".

La protesta está convocada por la Asociación Malagueña de Veterinarios Especialistas en Animales de Compañía (Amveac) y es secundada por el Colegio de Veterinarios y la Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios (Aemave).

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