Unos 200 viajeros pasan la noche en la estación de tren de Málaga: "Llevamos 27 horas y no sabemos cuándo saldremos"
El apagón ha afectado a decenas de viajeros de tren de largo recorrido
El día que Málaga retrocedió más de un siglo por el apagón: crónica de un lunes negro

Málaga/El apagón ha afectado a decenas de viajeros de tren de largo recorrido. Unos 200 que tenían pasaje para este lunes y cuyos convoyes fueron suspendidos, pasaron la noche en la estación María Zambrano. Este martes por la mañana, a esos pasajeros se sumaron los que tenían billete a primera hora en la que continuaba interrumpido el servicio. Así que sobre las 9:00 eran más de 300 los que aguardaban salir hacia sus destinos.
A lo largo del día, tras el restablecimiento de la circulación, han ido saliendo pasajeros, tanto los de este martes, como los del lunes. Pero sobre las 17:30, aún quedaban sin ubicación algunos viajeros del día del apagón y otros de esta jornada con retrasos en sus horarios.
"Estoy indignado, llevamos 27 horas aquí y no sabemos aún cuándo nos iremos", apuntaba Salvador Díaz. Él y su mujer tenían billete el lunes del AVE para Barcelona. "En ningún país civilizado pasa esto", comentaba. Mientras, un puñado de pasajeros que como ellos llevaban más de un día esperando viajar mostraban su enfado a personal de la estación y a policías nacionales, que vigilaban que el malestar no se tradujera en altercados. Pero los ánimos estaban caldeados. "Si tienen que poner otro AVE, que lo pongan", añadía Salvador. La noche del lunes al martes durmieron en un asiento de la estación. "Por nuestra espalda, es peor dormir en las camillas que trajo Cruz Roja que en una silla. Llegamos el lunes a las 12:30 y de aquí no hemos salido. Y aún no sabemos cuándo nos marcharemos", se indignaba. "No te irrites", le aconsejaba su mujer.
A su lado en la cola, estaba Martina, que a las 18:00 horas de este martes cumplía 24 horas en la estación de tren. Ya tenía que estar trabajando en Madrid. Pero aún estaba en Vialia. "Yo me fui a dormir a un hotel", explicaba, pero reclamaba también una solución.
En el hall central, sobre esa hora, varios pasajeros de Iryo que tenían tren para este martes también se quejaban. "Llevamos varias horas de retraso y no nos informan cuando saldremos", aseguraban.
Por la mañana, el hall central era una mezcla de las camillas que Cruz Roja colocó para que pernoctaran los viajeros sin tren, los usuarios que se agolpaban ante la puerta que lleva a los andenes y los que intentaban soluciones en una larga cola frente a la ventanilla de Iryo.
Raquel López, Paula Esteban, Borja Alonso, Ángela Vallegas, Patricia Manzano y Belén Manzano pasaron la noche sobre los camastros habilitados de urgencia por la institución benéfica. “Tendríamos que estar ahora trabajando”, comentaba Patricia. Ángela reconocía que Cruz Roja hizo lo que pudo montando camillas y dándoles agua, zumos y galletas. “Pero no se duerme bien. Además, las alarmas de los locales del centro comercial saltaban, había mucha gente lo que suponía ruido. Hemos dormido poco y mal”, comentaba.
Formaban parte de un grupo de 15 personas que vinieron a pasar el fin de semana, para competir en un campeonato de baile de danza urbana que se celebraba en Fuengirola. Tenían que volver a Madrid en el Iryo de este lunes de las 15:30 que se canceló. “Unos cuantos, los que tenían billete con Renfe pudieron salir, pero aquí todavía quedamos unos 10, los que viajamos con Iryo”, explicaba Borja. “Dormimos mal, pero ganamos el campeonato”, se alegraban. Y, sin perder el sentido del humor, exhibían alguna manta naranja de Cruz Roja que se llevan “de recuerdo de la experiencia”.
Unos metros más allá estaba Domingo Mareco, de Paraguay, que tenía el tren Málaga-Barcelona de las 16:20 este lunes. Como no salió, fue otro viajero más de los que pernoctó en la estación María Zambrano. “Esto en mi país no pasa”, bromeaba. Con el cansancio en el rostro, esperaba poder salir este martes.
A su lado estaban sentados Aureliano Mayordomo y María Julia Gracia. También debían haber salido en ese mismo tren. Ellos iban a Zaragoza. En su caso, optaron por buscar alojamiento en un hostel cercano a Vialia. “Me ha costado 80 euros el alojamiento. De momento lo he pagado yo. Cuando llegue a mi casa, los reclamaré”, comentaba él.
Pamela Castro tenía el billete para el AVE Málaga-Barcelona de las 8.22 de este martes. Así que durmió en su casa. Pero pronto se fue para la estación. Tenía que llegar a capital catalana para tomar a última hora de esta jornada un vuelo a Menorca. “Es que empiezo a trabajar este miércoles, pero no llego”, se preocupaba.
Sentada una silla más allá, Marisa Meneses esperaba para viajar con Ouigo. Su tren era el de este lunes a las 19:50. “Pasé la noche aquí, en la camilla. Mal, no he dormido. Porque la gente hacía jaleo”, afirmaba. Eran las 9:00 de este martes y llevaba en la estación de las 17:00 del lunes. Otros llevaban ya casi 24 horas.
A las puertas de Vialia, un grupo de unos 60 jubilados del Imserso esperaban poder salir en tren hacia Salamanca tras pasar 10 días de vacaciones en Málaga. Tenían pasaje para las 11:35 de este martes. Pero la incertidumbre los carcomía. Eso sí, las caras de preocupación se diluían cuando se les preguntaba qué tal estas jornadas por las tierras de Picasso. Entonces, a coro, coincidían: “Muy bien, muy bien, lo hemos pasado genial, salvo el final”.
Dentro de la estación, los voluntarios de Cruz Roja se afanaban en recoger las camillas para devolver la normalidad cuanto antes a las instalaciones. Uno de ellos, Federico de Palma, reflexionaba sobre su trabajo altruista: “Lo difícil no es lo nuestro, nosotros estamos aquí para ayudar. Lo difícil es lo de todas estas personas que venían de vacaciones y se han topado con esta situación”.
En la tarde del lunes, algunos usuarios se quejaban del cierre de Vialia. Marta y José debían haber salido ese día a las 18:40: "No tenemos tren por el apagón, pero ni siquiera nos dejan entrar a orinar a los servicios del centro comercial. Tenemos los billetes para demostrar que somos viajeros".
Entre otros afectados por la cancelación de trenes había un grupo de catalanes. Tenían que haber salido el lunes a las 16:20 en el tren Málaga-Barcelona. Formaban un grupo de 45 turistas. "Hemos pasado ocho días de vacaciones en Mijas. Estamos todos bien, no nos hemos hecho daño. Esto es una razón de fuerza mayor y la gente de Málaga ha sido encantadora", se resignaban Pere y Conchita, que pedían: "Di que somos de Vic, que les va a hacer ilusión a nuestros vecinos".
Como su convoy no salió por el apagón, la agencia les gestionó un hotel en Torremolinos donde pasaron la noche. Otros, los que iban por su cuenta, tuvieron menos suerte y no les quedó más remedio a la mayoría que pasar la noche en una camilla en el hall de Vialia.
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