Entrevista | Víctor Baena. Gerente del Hospital Regional de Málaga

“Abrir el Hospital Regional cuesta un millón de euros cada día”

  • El máximo responsable del Hospital Regional afirma que este verano se cerrarán unas 80 camas diarias

  • La obra más prioritaria es renovar las urgencias del Hospital Civil

Víctor Baena posa en su despacho momentos antes de esta entrevista.

Víctor Baena posa en su despacho momentos antes de esta entrevista. / Javier Albiñana (Málaga)

Víctor Baena lleva 100 días al frente de la mayor empresa de Málaga con un presupuesto anual de 380 millones de euros. El Hospital Regional (que incluye el Carlos Haya, el Hospital Civil, el Materno y el Care José Estrada) posee 6.300 empleados, de los que unos 3.500 son enfermeros, unos 900 son médicos y el resto personal administrativo y de servicios.

Abrir cada día este gran complejo cuesta un millón de euros, entre gastos de personal y de mantenimiento. Tiene numerosos frentes abiertos, aunque afirma que la prioridad es reformar las arcaicas urgencias del Hospital Civil.

–Usted es urólogo y estaba a punto de jubilarse. ¿Cómo se ha metido en este berenjenal?

–Tengo muy malos amigos [se ríe]. He dedicado mi vida al Carlos Haya y quiero a este hospital. No he venido a mantenerme sino por cariño. Siempre he estado comprometido con la sanidad pública y cuando me ofrecen hacer aquello que tanto he protestado...

–Ahora está en el otro lado, en el de la gestión.

–Es un momento histórico distinto y digo que sí porque un grupo de amigos me hicieron una encerrona. Si tanto he hablado, ahora voy a intentar darle un empujón a este trasatlántico.

Víctor Baena posa junto a su despacho Víctor Baena posa junto a su despacho

Víctor Baena posa junto a su despacho / Javier Albiñana (Málaga)

-Aparte de lo que uno quiera hacer, debe recibir los recursos necesarios para ello. ¿Se ha sentido respaldado por la Junta en estos 100 días en sus peticiones?

–Sí. Hemos tenido una respuesta perfecta a los planteamientos que hemos hecho más urgentes e incluso se están contemplando aspectos que no eran tan urgentes. Algunas cosas ya se han conseguido y otras vienen de camino.

–¿Qué era lo más urgente?

–Poner orden en la plantilla. Gastamos medio millón de euros al día en personal y había plantillas muy ajustadas a todos los niveles. Abrir el complejo hospitalario Regional cuesta un millón de euros al día, de los que 500.000 son de gastos de personal y otros 500.000 de servicios. Hay también obras pendientes u obsolescencia tecnológica. El Hospital Civil, como paradigma de dejadez, es del siglo XIX y necesita continuamente reformas. Las urgencias del Civil es uno de los puntos calientes que tenemos, porque ir de una consulta a otra lleva cinco o diez minutos andando en un pasillo de 50 metros y no tiene sentido. La actuación en el Civil es una prioridad.

–¿Qué van a hacer en las urgencias del Civil?

–Estamos pensando sacar la unidad de salud mental de donde está y ampliar la zona de urgencias para disminuir el agobio. Las salas de espera y las de consulta son muy pequeñas y están mal dotadas. Las condiciones en las que se da el servicio no son las mejores.

–¿Tienen plazos marcados?

–Son obras mayores que necesitan su presupuesto, sus planes, etcétera y se tarda entre seis y nueve meses que se inicie la obra. Estamos trabajando para que esté hecho en 2020. Toda la planificación que estamos haciendo es para que el 2020 sea el año en el que se noten muchos cambios.

–¿Cómo van las listas de espera?

–El plan de choque está dando un resultado estupendo. Ya lo veníamos haciendo desde 2018 en Carlos Haya, cuando abrimos una serie de quirófanos por la tarde porque estaba claro que se necesitaban más quirófanos. Yo estuve en la Dirección Médica del Carlos Haya entre 1996 y 2000 y prácticamente ahora hay los mismos quirófanos que entonces. Solo hay dos más en el Civil. Tenemos 31 quirófanos y en hospitales similares están por encima de los 50. En 2019 hemos reducido la demora media a 154 días, un 25% menos, y un 28% el número de pacientes que llevaban en lista de espera más de un año hasta las 1.157 personas. Se le está dando salida por la tarde a operaciones que antes no se hacían.

–Los sindicatos han denunciado que se cierran 115 camas este verano. ¿Se volverá a aumentar la lista de espera?

–Todos los años se cierran camas. En el 2000 se cerraban muchas más. El Civil, tradicionalmente, se cerraba entero y nos veníamos al Carlos Haya a operar. Los urólogos teníamos cuatro o cinco quirófanos al mes en agosto y ahora tienen uno diario y el Civil no se cierra. Este verano cerraremos de media unas 80 camas diarias. El pico será en la segunda quincena de agosto, con 106 camas cerradas.

–En plena feria de Málaga.

–El cuello de botella lo tenemos en los profesionales. No hay anestesistas o cirujanos en paro y si se me va el 30% de la plantilla de anestesia de vacaciones tengo que reducir quirófanos. No puedo hacer otra cosa. Además, los hospitales, como la casa de cada uno, necesitan un mantenimiento. Hay que limpiar los aires acondicionados, blanquear las paredes, remodelar los suelos... Habría que hacerlo una vez al año y lo hacemos cada dos o tres porque no podemos cerrar. Aprovechamos los veranos para hacer esas cosas.

Víctor Baena. Víctor Baena.

Víctor Baena. / Javier Albiñana (Málaga)

-¿Cómo va la eterna obra de la sala de urgencias del Carlos Haya?

–Por fin, después del verano, se terminará parte de la obra y la policlínica se podrá abrir. Queda el edificio nuevo, que es donde irá la nueva observación y que se terminará tras el verano de 2020. Para septiembre de 2020 se podrá inaugurar toda la obra y va a quedar preciosa. Vamos a tener al fin una urgencia del siglo XXI, porque la puerta de entrada es fea, desanima y es la misma de cuando yo hacía guardias de residente. Ahora vamos a tener una urgencia bien dotada y bien planificada, aunque quizás no todo lo grande que se necesita.

–¿Por qué?

–Atendemos unas 1.000 urgencias al día en todo el complejo. Solo en la urgencia de pediatría del Materno vemos 300 urgencias al día, hay otras 300 en el Civil, otras 300 en el Carlos Haya y unas 100 en la maternidad. Al cabo de un mes vemos a 30.000 personas en urgencias y en un año vemos a toda Málaga.

–Los sindicatos dicen que hay pocas sustituciones.

–Este verano hemos hecho 100 contrataciones más que el año pasado. Como hemos comentado, no se puede sustituir a todos porque no hay especialistas de todo en paro y la sustitución de enfermería se adecua a lo que se queda abierto. Si una planta se cierra no contratamos ahí sustituciones como es lógico. Hacemos lo que hay que hacer para que la asistencia no se resienta. Es lógico que bajemos la actividad porque hay menos profesionales y no podemos trabajar igual, pero se cubre de forma adecuada. Por otra parte, si un médico o un enfermero entra en una guardia y te avisa una hora antes de que se ha puesto enfermo es difícil encontrar a alguien para ese momento.

–Comenta que no hay paro en algunas profesiones médicas. ¿Cómo ve la idea de atraer a Málaga a aquellos médicos o enfermeros que han emigrado a otras partes de España o Europa?

–El otro día vi un programa de televisión en el que entrevistaban a médicos españoles que estaban en Inglaterra o Irlanda. Si en España pagan menos, trabajas más horas, y ves a más pacientes por jornada que en cualquier sitio de Europa... No tiene sentido maltratar a tus propios profesionales. La crisis hizo muchísimo daño con los contratos al 75% y al 50%. Hubo profesionales que tenían sus hipotecas, sus niños, sus colegios y a los que de pronto se les dijo que iban a cobrar la mitad. Ahora mismo estamos en una etapa de crecimiento y siempre que hay más dinero la sanidad respira y mejora. Si mejoramos las condiciones laborales la gente que está trabajando fuera vendrá. Pero Andalucía tiene el sueldo más bajo. Conozco a compañeros que trabajaban en Huelva y se fueron a trabajar a Portugal, aunque seguían viviendo en Huelva, porque allí ganaban casi el doble.

–¿Qué le parece la donación de Amancio Ortega de máquinas para luchar contra los tumores?

–Son aparatos de última generación que en Málaga ya están funcionando. Todo lo que venga para mejorar la sanidad es bienvenido. Vamos a tratar a casi 500 pacientes al año con unos aparatos de una calidad incuestionable. Ojalá me den cinco más.

–¿Está ya completamente operativa la máquina de resonancias del Materno?

–Ya se está atendiendo a pacientes. No está aún al 100% de su capacidad porque se sigue testando. Lo que nos queda, a ver si nos da tiempo este año, es hacer un quirófano al lado sobre todo para Neurocirugía. Va a ser un salto de calidad importante.

–Todos los edificios hospitalarios están antiguos. En la segunda planta del Materno hay habitaciones para cuatro niños, con sus respectivas familias. ¿Se va a cambiar?

–Está en nuestras prioridades de obras. Cuando se termine la obra de la cuarta planta, que está quedando muy bien con un tono muy amigable para los niños y sus cuidadores, irá la obra en la segunda planta. Haremos una planta nueva propia del siglo XXI. En el Materno todo lo que hagamos va a permanecer porque seguirá allí.

–Hay un gran hospital en proyecto. ¿Eso puede afectar a la hora de decidir qué tipo de inversiones se hacen?

–Si hay que hacer una obra necesaria, aunque sea para tres años, la vamos a hacer.

–El nuevo hospital va a tardar años aún. No se ha movido un ladrillo todavía.

–Un hospital nuevo tarda en hacerse. Si se pone la primera piedra en esta legislatura yo ya estaría contentísimo.

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