Obituario

La vida extra de Vicente Granados

  • Economista y urbanista, dirigió el primer Plan Estratégico de Málaga, fue alto cargo en la Junta y promovió la práctica deportiva tras su trasplante de riñón

  • Ha muerto este martes a los 69 años

Vicente Granados, en una imagen de archivo

Vicente Granados, en una imagen de archivo / Universidad de Málaga

Vicente Granados presumía de haber vivido 34 años extra por un venturoso trasplante de riñón. Aquella intervención le permitió tener dos hijos estupendos, Clea y Estivi, compartir su vida con una compañera extraordinaria, Rosa Gómez, crear una auténtica escuela de economía urbana desde la universidad, dirigir el primer plan estratégico de Málaga, confeccionar el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía de los años 2000 y comandar la política turística de la Junta en los años 10. 

Lo trajo a Málaga el profesor Juan Ramón Cuadrado a primeros de los 80. Lo había conocido en Galicia y lo fichó en un congreso internacional, cuando Vicente estaba haciendo el doctorado en la Universidad de Birmingham. A las dos especialidades que había en la Facultad de Económicas de Málaga, General y Empresas, Cuadrado añadió una tercera cuando llegó a Málaga a mediados de los 70, Economía Regional, una de cuyas materias era la Economía Urbana que acabaría impartiendo el profesor Granados. 

Vicente siempre estuvo muy al día de las últimas tendencias en su especialidad. Era inquieto e innovador y plasmó su particular visión de la relación entre la economía y el territorio en diferentes trabajos e investigaciones, pero sobre todo en el Plan Estratégico de Málaga (1992-96) en el que introdujo un novedoso concepto de planificación: que los agentes sociales y la ciudadanía en general definieran y compartiesen objetivos comunes. Málaga se benefició de semejante avance. Promovió la creación de la actual Fundación Ciedes, defendió la necesidad de revalorizar el triángulo productivo entre la ciudad de Málaga, su aeropuerto y el Parque Tecnológico de Andalucía, estudió minuciosamente el impacto de la llegada del AVE e impulsó la Agenda 21 para el desarrollo sostenible en Málaga. Cuando lo cesó Celia Villalobos, en el acto de relevo en el paraninfo de la UMA la ovación a Vicente duró más que en una gloriosa actuación de ópera. 

Su dominio del inglés y su carácter hiperactivo y comprometido le llevaron a una actividad profesional de gran proyección en congresos internacionales en los campos de la economía regional y urbana, y el turismo. Fue vicerrector de la Universidad de Málaga entre 1986 y 1992, con el rector Martín Delgado. Su implicación social y pública ha sido muy notable. La consejera Concha Gutiérrez lo nombró secretario general de Urbanismo en 2004 en un momento especulativo de descontrol en la construcción. Durante cuatro años trabajó para poner límites razonables a la tendencia recalificadora de los ayuntamientos. 

 

Era un activo miembro de la Tertulia Lacomba, junto a decenas de profesores e intelectuales

Su último cargo público fue secretario general de Turismo de la Junta. Lo nombró el consejero Rafael Rodríguez en 2012 y estuvo hasta la ruptura del Gobierno de coalición en 2015. En esta función pudo dar salida a su compromiso con el medio ambiente, que ya se había puesto de manifiesto en anteriores experiencias en la planificación del turismo. 

Era un activo miembro de la Tertulia Lacomba, junto a decenas de profesores, profesionales e intelectuales, en donde nunca faltaba su decidida opinión, aunque no era un polemista. Era muy raro verlo enfadado, siempre con la sonrisa en la boca… si acaso hacía uso de una retranca mitad gallega, mitad británica, adquirida en su estancia en el Reino Unido. Era una persona fácil de querer

Había sido deportista en su juventud. Practicaba rugby y atletismo; fue subcampeón de Galicia de los 1.500 metros lisos. Tras su trasplante en 1987 siguió siendo un aplicado practicante, que participó en decenas de Juegos Mundiales para trasplantados, en varios continentes, en los que consiguió 15 medallas. Corrió dos maratones de Nueva York y desde hace un año era presidente de la Asociación de Deporte y Trasplante en España. Una vida extra llena de contribuciones a la sociedad. A Vicente le gustaba la vida y deja mucha vida detrás. 

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