Un virtuoso de la talla

No deja de recibir Juan Carlos Sedeño todo tipo de merecidos reconocimientos. Además, y "es quizá lo más importante", el trabajo no le falta. Este tallista rondeño disfruta desde un observatorio privilegiado la celebración de la Semana Santa. Él es el artífice del nuevo trono que este Domingo de Ramos, aún con mucho trabajo por hacer, estrenó la Hermandad del Dulce Nombre, en Málaga -el proyecto se concluirá en los próximos cuatro años-. En la propia Ronda, hace un par de ellos, terminó otro cuidadísimo encargo para su Hermandad, la del Cristo de la Sangre, junto al que posa en la imagen. Talla al estilo rondeño desde los 11 años, cuando comenzó a trabajar en la recordada Maderas Domínguez; con sólo 16 años se convirtió en profesor. Los últimos 20 años, sin embargo, los ha dedicado a trabajar por su cuenta, y la fortuna le sonríe. Quedan pocos que, como él, sepan de un oficio "en peligro de extinción", cuenta. Y por eso le llueven los encargos. Los últimos han sido para confeccionar el retablo de la Virgen del Carmen en la Iglesia de la Encarnación, en Marbella, o el paso de la Hermandad de la Veracruz en El Coronil, en Sevilla. En su pequeño taller del barrio de San Francisco, como hicieran su abuelo, su padre y su tío, pasan las horas para Juan Carlos, golpe a golpe a la madera. / C. J. GARCÍA