Málaga

El visado de viviendas sigue hundido y los promotores no prevén cambios

  • El año pasado solo se proyectaron 798 inmuebles en la provincia, el peor dato en medio siglo

El sector de la construcción solo remontará si se reactiva la inversión en obra pública y la promoción inmobiliaria. La primera, en plena política de austeridad, no atraviesa su mejor momento y de la segunda es casi mejor no hablar, porque está en mínimos históricos. El Colegio de Arquitectos de Málaga publicó ayer sus estadísticas de visado de inmuebles y un año más, y ya van varios seguidos, son demoledores. En todo el año 2014, los promotores solo proyectaron la construcción de 798 viviendas en la provincia. Fue un 11% inferior al dato obtenido en 2013, que ya había sido el más bajo en el último medio siglo, por lo que la entrada en barrena no se detiene. Compararlo con los momentos álgidos del boom económico de la pasada década, en los que se alcanzaron los 45.000 visados, ya solo sirve para flagelarse.

La promoción de viviendas de protección oficial (VPO) es un espejismo y el año pasado solo se previó la realización de 15 inmuebles de este tipo, de los cuales 12 se encuentran en Málaga y tres en Mijas. El resto, por tanto, son libres y, dentro de ellas, la mayoría, aunque en volúmenes muy pequeños, se ubicaron en Málaga y Marbella. Llama especialmente la atención, por ejemplo, que en Fuengirola solo se hayan visado dos viviendas en todo un año. Además es parejo el número de viviendas visadas unifamiliares y plurifamiliares, ya que, entre los escasos proyectos existentes, muchos son de autopromoción.

De cara a 2015, más de lo mismo. "Este año no se van a visar tampoco muchas viviendas porque los promotores estamos vendiendo el stock y hasta que no se termine no se hará nada nuevo", explicó José Prado, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP). Entre enero y noviembre se comercializaron 7.400 viviendas nuevas en la provincia y, según Prado, el excedente, sin contar con el que poseen las entidades bancarias, aún asciende a unas 12.000 unidades. Cabe señalar que, aunque el ritmo es lento, el año pasado se terminaron 1.316 viviendas nuevas que entran también en el mercado.

El visado es un termómetro de la actividad inmobiliaria en el corto y medio plazo, ya que desde que se visa un inmueble en el Colegio hasta que se entregan las llaves de la vivienda al propietario suelen pasar entre dos y tres años. Por tanto, si no hay proyectos nuevos ahora quiere decir que no habrá nuevas construcciones, al menos, en los dos o tres próximos ejercicios. Eso no quiere decir que no haya demanda. Prado señaló que hay una "embalsada" que está a la espera de tener mayor seguridad laboral y que le concedan una hipoteca. Puede darse la circunstancia de que la demanda surja y no haya oferta. Lo normal, entonces, es que subiera el precio. Prado reconoció que, en caso de promover nuevos inmuebles en su propia empresa, subirá los precios porque llevan años de caída.

Antonio Vargas, decano del Colegio de Arquitectos, tampoco la tiene todas consigo. "En los dos últimos trimestres la situación ha sido mejor, lo que nos podría dar ciertas esperanzas, entre eso y que ya es muy difícil bajar más, de que hayamos podido tocar fondo. Pero para ver eso habría que esperar al primer semestre de 2015 y desde el punto de vista de la política económica, la situación del país y de la provincia no ha cambiado como para pensar que hay más dinero en el mercado", indicó. Según sus datos, el stock supera las 42.000 unidades y "a este ritmo tardaríamos 50 años en venderlas".

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