"Nunca había visto una situación tan mala en mis 35 años de empresario"

Es una de las personas más conocidas de Málaga. Ha sido de todo. Árbitro de fútbol, juez de línea, concejal en el Ayuntamiento, presidente del Málaga CF y, sobre todo, el propietario de una de las dos empresas líderes del sector porcino en Andalucía, Famadesa. Es, además, muy sociable y extrovertido y eso le hace tener amigos por todos sitios. Nos recibe en su despacho rodeado de papeles, libros y una importante colección de plumas estilográficas.

-Empresario en tiempos de crisis , ¿cómo lo está llevando?

-Como todo el mundo, como podemos. Se está notando porque el consumo ha bajado en todo y, aunque estamos en un sector privilegiado porque vendemos un producto de primera necesidad como la comida, eso es preocupante. Llevo más de 35 años como empresario y nunca había visto bajar tanto el consumo y que la cosa esté tan mal como en 2009.

-¿Nunca? ¿Ni en las crisis anteriores?

-Nunca, esta crisis es distinta a todas las anteriores. Hay datos que dicen que los españoles están ahorrando más que nunca, pero no sé qué pasa que no se consume. Hace tres años los ciudadanos ganaban más dinero y se lo gastaban y todo iba como una moto. Ahora las personas ganan un poco menos porque en cualquier familia hay alguien en el paro y además no gasta. Es un círculo vicioso al que hay que buscarle solución. Se vende menos, más barato, sin margen en muchas ocasiones y es muy complicado.

-¿Cree que la gente se guarda el dinero?

-Sí, parece que hay una psicosis que habría que eliminar de la forma más rápida posible, porque es verdad que la situación es mala, pero entre todos la ponemos peor.

-Málaga es la provincia andaluza más importante en la industria porcina con Famadesa y Faccsa como empresas líderes ¿por qué?

-Igual fue coincidencia. No lo sé. Es verdad que somos dos mataderos de los más importantes de España y que son los más grandes de Andalucía. En Jaén o Córdoba había varios mataderos pero tuvieron que cerrar. Esperemos que a nosotros no nos pase lo mismo.

-En Málaga hay además mucha ganadería auxiliar.

-Sí, en Almargen, Campillos, Teba, Sierra de Yeguas, Cártama... Hay muchas ganaderías y es importante para Málaga y Andalucía que existan estos dos mataderos porque hay una gran producción no sólo en Málaga, sino en otras provincias, desde donde nos los mandan aquí. Se sacrifican muchos cerdos en Málaga que no se venden en la región ni en España, sino en el extranjero. Más de un 50% lo exportamos a la Unión Europea y otros países.

-¿Cuántos cerdos se sacrifican?

-Sacrificamos al día entre 3.500 y 4.000 cerdos, que son unos 20.000 semanales. Hacemos unos siete millones y medio de kilos al mes de carne. Al mes matamos unos 85.000 cerdos y eso supone que tenemos que vender cada mes 180.000 jamones, 180.000 lomos...

-¿Para ser rentable hay que vender 180.000 jamones al mes?

-No, sólo para poder seguir peleando. La sociedad no se lo cree pero los mataderos en España ahora mismo no somos rentables. En 2009 ninguno lo estamos siendo. Ha sido un año negro porque hay poco consumo y un exceso de producción, lo que lleva a que no mandemos en el mercado y que vendamos al precio que nos digan.

-¿Cómo es posible sacar y vender 180.000 jamones al mes?

-Imagínate. Cada uno de esos camiones grandes que se ven pueden transportar unos 2.000 jamones. Hay que mandar muchos camiones. Y sí los vendemos porque si no tendríamos que parar. Algún mes se congela algo, pero se venden en Italia, Alemania o Francia.

-Entonces no se como sólo jamón en España como se suele decir.

-No, lo que pasa es que en esos países se come de otra forma. En Italia lo curan de forma parecida a la nuestra, pero en otros hacen jamón de york o carne para embutidos. Nosotros les vendemos el jamón fresco y cada fabricante lo prepara a su manera. El jamón serrano prácticamente sólo se consume en España.

-¿Qué ha pasado en China?

-Se ha querido vender que allí se consume jamón serrano pero no es así. Allí se puede vender alguno de forma simbólica pero lo que más se distribuye son productos baratos, la casquería.

-¿Llegaron ustedes a obtener el permiso para exportar allí?

-Estamos esperando el resultado de las autoridades chinas. Las españolas nos han dicho que sí, que estaríamos allí en poco tiempo pero ya llevamos seis meses esperando.

-¿Cómo fueron sus inicios en la exportación?

-Nuestra primera partida internacional la enviamos a Portugal, donde tenemos un mercado importante. Luego fuimos a Europa a todos los lugares en los que nos quisieron comprar. Ahora estamos intentando entrar en África porque en los países subdesarrollados se pueden vender los productos que aquí ya no se quieren como las manitas de cerdo, las patas, los hígados, los pulmones.

-Tienen la mala suerte de que los países árabes no comen cerdo.

-El día en que decidan comer cerdo va a ser una maravilla. Yo se lo digo a mis compañeros del sector. Estamos en el sur de España y si los marroquíes comieran cerdo estaríamos muy bien situados y seríamos muy competitivos, pero parece que no están por la labor.

-¿Qué proyectos tiene ahora en mente?

-Estamos ampliando un secadero de jamones en Alameda para duplicar su capacidad porque tanto éste como el de Campanillas lo tenemos a tope e incluso tenemos que ir a otros secaderos de jamones. Queremos secar 20.000 jamones serranos más al mes.

-Bueno, entonces sí hay demanda de jamón serrano.

-Sí, es un proyecto que ya teníamos y lo estamos haciendo.

-¿Qué se le pasó por la cabeza cuando se empezó a hablar de la gripe porcina?

-Los primeros días fueron muy malos porque antes con el pollo y las vacas locas se bajó mucho el consumo. Pero esto es totalmente distinto. No había cerdos con gripe y todas las autoridades sanitarias se pusieron de acuerdo en que no se llamara así porque podía hundir al sector. Al final es una gripe normal que se pasa en unos días con un paracetamol en casa. Es más grave la gripe tradicional y tiene más casos de muerte, pero ésta es la última y la que está de moda. Afortunadamente al sector no le ha afectado.

-Imagino que en un sector tan clave como el de la alimentación habrá muchos controles sanitarios.

-Sí, eso es constante. Siempre vienen muchos inspectores de la Junta de Andalucía al matadero y tenemos un laboratorio propio. Los primeros interesados en que la cosa esté controlada somos los empresarios porque tenemos que vender productos de calidad. Estamos a la última en todo porque los controles son muy rigurosos.

-Cambiando de asunto, usted fue concejal del PP en la oposición entre 1987 y 1995. ¿En su época se pagaban salarios tan altos a directivos municipales como ahora?

-No exactamente, pero de eso hay mucho que hablar. El anterior alcalde de Mijas, Agustín Moreno, decía que ganaba mucho dinero porque le dedicaba mucho tiempo y lo decía bien. Los políticos, de uno y otro partido, hacen mucha demagogia. Se dice que nadie debería cobrar más que el presidente de la Junta de Andalucía o el presidente del Gobierno, y yo creo que es al revés. Igual el presidente de la Junta de Andalucía y el presidente del Gobierno no están lo suficientemente bien pagados. En la empresa privada los profesionales que funcionan hacen ganar mucho dinero. El otro día se arremetía con la pensión que le iba a quedar al consejero de BBVA pero no se decía cuánto dinero gana cualquier futbolista del Real Madrid. El consejero del BBVA es un genio que ha puesto el banco en todo el mundo. En el Ayuntamiento pasa igual. Lo que yo si exigiría a los gerentes que ganan mucho dinero es que las empresas sean rentables. A la gente buena hay que pagarla. La solución no es bajarle a todo el mundo el sueldo porque los buenos se van a ir. Si un gerente municipal gana 200.000 euros al año está muy bien pagado pero hay que ver qué es lo que hace. Si la empresa no funciona, no cumple objetivos y es deficitaria hay que cesarlo.

-El Palacio de Ferias es deficitario y su directora, Yolanda de Aguilar, cobra eso. ¿Habría que destituirla?

-Yo considero que es una persona muy válida. La fichó el Ayuntamiento de Málaga y tiene grandes conocimiento sobre los Palacios de Ferias porque ella trabajaba en eso en Madrid. Para venirse de Madrid a Málaga o se le pagaba más o se quedaba allí. Ahora parece que es fácil, pero para iniciar un Palacio de Ferias en Málaga tan grande como se hizo y con la ambición que se tenía había que poner a alguien que fuera capaz de hacerlo funcionar y yo creo que Yolanda de Aguilar lo está haciendo. A lo mejor si ella no estuviera el Palacio sería mucho más deficitario.

-En su época en el Consistorio se hablaba de hacer un tranvía en Málaga, ¿qué le parece el proyecto del Metro?

-Es un proyecto magnífico y muy interesante. Pero los políticos tendrán que ver hasta dónde podemos gastar. Hay que seleccionar qué se puede hacer. He leído que el tranvía de Vélez-Málaga es deficitario. Cualquiera que viera el trayecto hasta Torre del Mar sabía que eso iba a pasar. Lo peor es que los políticos que lo hacen no ponen el dinero de su bolsillo y ahora qué pasa con la deuda. La pagamos todos con los impuestos.

-¿Por qué se fue usted en 1995 después de llevar tantos años en la oposición justo el año en que ganó Celia Villalobos?

-Ya había tenido la experiencia de ser concejal y mi empresa me necesitaba más que el Ayuntamiento. Ser empresario y político no es compatible. Tener poder no me llamaba la atención. Tenía la ilusión de hacer cosas por Málaga y desde la oposición hice lo que pude. Salí contento. Pedro Aparicio era del PSOE y fue un gran alcalde. Tenía mucho sentido común y guardo un grato recuerdo. Yo era más joven y me llamaba niño [se ríe].

-¿Había antes tanta confrontación?

-No, era distinto. Antes de los plenos muchos concejales nos desayunábamos juntos y uno llevaba el pan, yo el jamón y nos reíamos. No puede haber confrontación en todo. La clase política sale perdiendo porque hace 15 años se les tenía más respeto que ahora, donde los ciudadanos cada vez pasan más.