La vivienda turística superará en plazas a los hoteles en menos de seis meses
El decreto regulador cumplió un año el jueves y en este tiempo ya se han inscrito 11.418 inmuebles con 59.329 plazas
Marbella, Málaga y Mijas, en cabeza
El fenómeno de la vivienda de alquiler turístico sigue creciendo como la espuma y superará en los próximos meses a las plazas hoteleras en la Costa del Sol. El pasado jueves, 11 de mayo, se cumplió un año desde que entró en vigor el decreto que regula este tipo de instalaciones y los datos son más que llamativos. En solo doce meses ya se han inscrito 11.418 viviendas con fines turísticos en la provincia con un total de 59.329 plazas. Representa el 65% del total de plazas hoteleras existentes en Málaga (91.367) y fuentes de la consejería de Turismo y Deporte no dudan en señalar que "de seguir así el ritmo de inscripciones, en los próximos seis meses el número de plazas de las viviendas turísticas superará a las hoteleras".
En algunos municipios ni siquiera hará falta esperar un semestre porque ya se ha producido ese efecto. En Marbella, por ejemplo, la Junta de Andalucía ya ha legalizado 2.087 viviendas con fines turísticos que poseen un total de 12.333 plazas, mientras que en sus hoteles, muchos de ellos de cinco estrellas gran lujo, cuentan con 12.276. En Mijas la diferencia ya es abismal. En estos momentos hay inscritas 1.355 viviendas con 7.847 plazas disponibles, mientras que esta localidad dispone de 1.631 plazas hoteleras.
El calor del dinero y una amplia demanda están animando a los propietarios de viviendas, que se lanzan a inscribir sus casas -normalmente segundas residencias- con la confianza de que van a obtener un dinero rápido y fácil. No es tan sencillo porque depende de la calidad del inmueble y la oferta es cada vez mayor, pero es obvio que es un tipo de alojamiento que utilizan cada vez más tanto los particulares como las empresas para sus empleados que deben desplazarse a otras ciudades por motivos laborales. Los números aportados a este diario por Turismo no dejan lugar a la duda. El 11 de abril había inscritas en el registro 10.274 viviendas con 54.148 plazas. Solo un mes después hay casi 1.200 viviendas más con 5.000 nuevas plazas. La media mensual de inscripciones a lo largo de este año de decreto ha sido de 952 unidades y va a más. Los municipios con más viviendas turísticas legalizadas son, por ahora, Marbella (2.087), Málaga (1.640), Mijas (1.355), Nerja (1.336), Benalmádena (1.122), Estepona (956) y Fuengirola (647).
Dentro del propio sector ya empiezan a verle las orejas al lobo e incluso hablan de que se está produciendo una "burbuja" por el exceso de oferta. "El mercado está un poco sobresaturado, todo el mundo quiere tener una vivienda turística, el precio baja y los márgenes se estrechan, por lo que ya no hay tanta diferencia entre alquilarlo a turistas o a larga estancia", explica Hilario Echevarría, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas y Vacacionales de Andalucía (Apartsur). Este experto confirma además que "Málaga ha roto todas las previsiones" y que se ha disparado la demanda gracias a la comercialización a través de plataformas en internet y al número creciente de rutas aéreas de bajo coste entre la Costa del Sol y el resto de Europa. El turista coge vuelo barato y, a partir de ahí, decide si prefiere alojarse en hotel o en vivienda turística. Su decisión dependerá en buena medida del precio y del número de viajeros. La competencia es evidente para el sector hotelero, que confía en que no les afecte demasiado porque, según explica Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), "los hoteles damos servicios y las viviendas solo camas". La ocupación hotelera sigue siendo alta y hay récord de pernoctaciones, por lo que están aguantando el tipo.
En otras zonas de España la situación se ha vuelto insostenible y los vecinos han protagonizado varias manifestaciones en contra de la proliferación de viviendas turísticas. En Málaga, por ahora, no se ha llegado a ese extremo y Turismo apenas ha recibido medio centenar de denuncias de los vecinos por ruido u otras incomodidades.
Viviendas alquiladas a turistas ha habido siempre, principalmente para los meses de verano, pero su auge llega cuando nacen plataformas como Airbnb o Homeaway, entre muchas otras. Desde ese momento cualquier propietario solo tiene que hacer unas cuantas fotos del piso, subirlo a internet, poner un precio y esperar a que el teléfono suene. Y lo hace con llamadas desde muchos sitios del mundo. El portal inmobiliario Fotocasa acaba de publicar el estudio El alquiler turístico, un mercado en alza y en ese informe se señala que el 81% de los propietarios creen que el alquiler a turistas les compensa más que el de larga estancia. El 34% de los encuestados afirman que ingresan entre un 10 y un 15% más con esta fórmula; la mayoría la escoge por su rentabilidad y porque se alquila la vivienda más rápida; y más del 60% estiman que la clave del éxito es la ubicación y el precio. Los turistas suelen alojarse en las viviendas entre una y seis noches.
La dedicación que exige el negocio lleva a un 22% a abandonar
Tener una vivienda y alquilarla a turistas se ha convertido en una moda que deja suculentos ingresos, pero también hay personas que lo han probado y, tras un tiempo, han decidido regresar al alquiler de larga estancia tradicional. Según un informe del portal inmobiliario Fotocasa, un 22% de personas encuestadas señaló que habían alquilado sus casas con fines turísticos en años anteriores y habían dejado de hacerlo. La principal causa de este arrepentimiento es que exige mucho tiempo y dedicación. Tener un cliente fijo durante meses o años no implica, salvo impagos u otras circunstancias, mayor problema. El inquilino paga religiosamente su alquiler y el propietario lo cobra. Sin embargo, alquilar una vivienda para turistas supone un cambio continuo de inquilino, porque lo normal es que pasen en el destino desde una noche hasta una semana. Por tanto, si el propietario de la vivienda no quiere delegar en una agencia, tiene que contactar con los clientes, recibirles cuando lleguen, entregarles la llave, controlar que todo esté bien y no haya altercados y, cuando los turistas se vayan a marchar, recoger la llave y limpiar o llamar a un servicio de limpieza. Este proceso se puede repetir muchas veces al mes y hay personas a las que, simplemente, no les apetece. La segunda razón de los arrepentidos es el papeleo que hay que mover para dar de alta la vivienda como turística y los requisitos legales que se plantean. A eso se le suma que los propietarios no quieran problemas con los vecinos, no tener las licencias exigidas por la comunidad autónoma o no querer tener discusiones con Hacienda, entre otras causas. Por otra parte hay propietarios que, directamente, rechazan alquilar a turistas y prefieren la larga duración desde un inicio. Los motivos que esgrimen, según este estudio, son similares a los que sí han realizado ya esa actividad de forma previa. De hecho, la primera causa es que el alquiler de larga duración exige menos tiempo y dedicación que el vacacional. Sin embargo, el 43% de los encuestados estima que el alquiler tradicional es más seguro que el turístico y un 23% considera que es además más rentable. Es cuestión de hacer números. Si una vivienda turística se alquila frecuentemente al mes se obtiene más dinero, pero si la ocupación es baja igual no compensa.
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