"Quienes tienen vocación acaban encontrando su forma de dedicarse a esto"
inmaculada postigo. decana cc. comunicación
Según la decana, la facultad aporta los "fundamentos de la comunicación" y va más allá del medio tecnológico
-¿de esa primera institución a la que hoy es cómo ha cambiado en el plano formativo?
-Al principio faltaban muchísimos medios, además de profesorado consolidado en los ámbitos de comunicación y esos planes de estudios primeros se contó con profesores del ámbito de la Lengua, de la Historia, del Derecho... Poco a poco se fue creando una docencia más específica. Esto lo pondría como una virtud de esta facultad si se relaciona con otras del territorio español.
-¿Esta es más específica?
-Sí. En otras facultades han tenido un cuerpo de profesorado muy amplio, de otras áreas pertinentes pero adyacentes, no específicas de comunicación, y todavía en sus planes siguen predominando materias y enfoques adaptados a esos ámbitos. Aquí el 95% de todas las materias que se dan es propio de los departamentos de Periodismo y Comunicación Audiovisual y Publicidad.
-¿El alumno sale ahora mejor preparado que hace 25 años?
-En cuanto a la actualización de puras materias de comunicación entiendo que sí, pero también es cierto que podemos adolecer de una formación mucho más general que es absolutamente necesaria para la labor de un comunicador, que tiene que saber de política, de historia, de sociología, de todo. Lo que te enseña la facultad no es a darle al botón de una cámara, a hacer un diseño o manejar un programa web.
-¿Se trata de ir más al fondo?
-Lo que tiene que aportar la facultad son los fundamentos de la comunicación, independientemente del medio tecnológico que se utilice. No se debe confundir con una FP, que sí te da ese manejo técnico, que normalmente se aprende con el oficio y va cambiando. Tenemos una gran carga específica, pero no podemos olvidar esa otra formación trasversal.
-¿El perfil del estudiante ha cambiado?
-Sí y se ha notado. El primer gran cambio que se produjo fue con el traslado desde Martiricos y la ampliación de matrículas. Allí éramos 50 estudiantes por titulación. La carrera sólo se podía estudiar en Málaga y en Sevilla, así que todos teníamos una clara vocación y notas de ingreso muy altas. Estábamos fuertemente motivados, era lo que realmente queríamos hacer. Y, además, la facultad estaba creciendo con nosotros, todo era nuevo y lo construíamos entre todos.
-¿Cómo está para los estudiantes actuales la salida laboral?
-Quienes tienen verdadera vocación acaban encontrando su forma de dedicarse a esto. Reciben una formación adecuada, el problema no es de los periodistas y publicistas sino de los medios de comunicación y del mercado laboral. Los grupos mediáticos han aprovechado estas circunstancias de crisis para utilizar la precariedad del empleado de manera coercitiva. Por eso soy defensora de los medios públicos, pero de los medios públicos de verdad, sin controles de ningún gobierno de turno, sino por órganos de profesionales de verdad, serios y rigurosos, que estén garantizados.
-¿Sigue el comunicador un tanto denostado?
-No nos tienen en alta estima socialmente y eso es porque el profesional formado, que requiere unos tiempos de trabajo, una rutina productiva, se ha convertido en hombres y mujeres orquesta, se merman las plantillas y una sola persona tiene que asumir mucha más carga que antes. Y esa es una de las grandes crisis de la propia profesión. ¿Hay en los contenidos reflexión y análisis, se aporta al receptor los mimbres para construir su espíritu crítico, comunicamos realmente, damos información de calidad con profesionales formados?
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