El aeropuerto de Málaga recibió en cinco días, coincidiendo con el inicio de agosto, más de 400.000 pasajeros y 2.300 vuelos, aumentando el número de asientos ofertados en época estival respecto al año pasado. Reino Unido aglutina el mayor volumen de movimientos, un 34%, concentrándose casi una treintena de vuelos en la franja de mayor tráfico del aeropuerto en uno de los días fuertes en la terminal malagueña. Veintisiete llegadas entre las 10:00 y las 14:00, un aterrizaje cada 8,8 minutos con procedencia británica.

La fortaleza del aeropuerto de la Costa del Sol es un hecho comprobado, sólo hay que ver los más de 15,5 millones de asientos ofertados por las aerolíneas con destino Málaga en la temporada de verano (que oficialmente va desde el 26 de marzo al 28 de octubre) procedentes de más de 240 rutas, la mayoría de ellas de origen europeo. Reino Unido es el principal mercado, acaparando 62 de las 242 rutas del aeropuerto de Málaga.

La visión de la zona de llegadas no dista de la radiografía que dejan los fríos números. Son las doce del mediodía y los carteles comienzan a parpadear: Londres 12:00, Birmigham 12:00, Southampton 12:05. Un par de vuelos procedentes de Frankfurt y Estambul se cuelan en la serie británica, pero pronto se retoma: Manchester 12:20, Londres 12:30, Londres 12:35. El goteo es continuo.

El perfil del viajero varía, pero prácticamente todo el que llega de un vuelo europeo lo hace para pasar las vacaciones. Aaron Scott y Steven Stone son dos amigos que llegaron en el vuelo procedente de Southampton, tienen 26 y 29 años y las ideas muy claras: "Venimos por la playa, el sol y la fiesta", afirma Scott. Es la primera vez que vuelan hasta Málaga, y lo hacen por recomendación de otros amigos que vinieron antes con el mismo plan. Estarán ocho días, en la capital, aunque con idea de ir a otros lugares como Torremolinos o Marbella "buscando fiesta".

Es lunes y el auge de jóvenes ávidos de fiesta y alcohol pasó. La mayoría de británicos que se ven llegar son adultos de cierta edad, muchos de ellos jubilados, que ya conocen la provincia y saben que en Málaga encuentran un paraíso de sol y tranquilidad. Es el caso de Kendal y Dayana Smith, una pareja procedente del vuelo de Manchester que visitan Málaga todos los años desde hace casi una década. Tienen unos amigos que residen en Benalmádena de manera habitual, y si algún año tienen problema para encontrar alojamiento recurren a ellos. Esta vez se quedan "en un apartamento cerca de la playa", afirma Kendal, porque lo que quieren es "disfrutar del sol, pero estando tranquilos", por eso dicen huir de otras localidades con más aglomeraciones.

Los vuelos nacionales se sitúan los segundos en el ranking, pero el tipo de viajero cambia drásticamente. A pesar de ser final de julio, a principios de semana la mayor parte de los usuarios afirman venir por motivos de negocios. La mayoría de vuelos proceden de Barcelona, y sólo en el de Tenerife predominan los turistas, la mayor parte de ellos regreso de su periodo vacacional.

Escandinavos y alemanes son los siguientes por volumen con doce aviones, seis de cada país. La mayoría de los turistas vuelven a ser jubilados o adultos de cierta edad que repiten Málaga como destino de sus vacaciones.

El aeropuerto de Málaga goza por tanto de buena salud, aumentando el número de vuelos y rutas, al igual que la provincia se confirma como uno de los destinos favoritos de los turistas europeos.