Málaga C.F.

Antonio Tapia moldeó a Guede corriendo por el Guadalmedina

Dani y Guede, en un partido entre el Recre y el Málaga

Dani y Guede, en un partido entre el Recre y el Málaga / G. J.

La noticia es que Pablo Guede se sigue rodeando de gente de su confianza y que además llevan el ADN Málaga CF. Regresa a la entidad Antonio Tapia, que a su modo también escribió páginas gloriosas de la historia del club. La menos conocida, la primera, cuando era el preparador físico del equipo de Ismael Díaz. Fue quién moldeó al entonces delantero argentino cuando tocó fondo en el equipo. 

No todo el mundo sabe o recuerda esta historia, pero benditos sean los libros, que nos llevan al pasado para que el futuro se convierta en presente. Quien quiera más, ahí está Mi último pase, la autobiografía de Sandro. Al joven Guede no le iba bien, Ismael Díaz no le tenía fe (se negó a irse cedido) y le colocó como lateral en un entrenamiento en el Anexo. Entonces, cuando podía asistir hasta público a las sesiones, fue silbado.

Desde ese momento se puso a trabajar junto a Tapia después de los entrenamientos. Se marchaba con él a hacer natación, a correr por el seco río Guadalmedina e, incluso, desplazarse a las instalaciones de Las Lagunas bajo la casa del propio preparador. Todo esto supuso un antes y un después, pero hubo más.

Siguió como lateral, pero cada vez se animaba a hacer más cosas y hasta metía goles. Se lo curró tanto que Ismael Díaz tuvo que concederle una oportunidad. Guede marcó un gol al San Pedro y certificó la clasificación para la fase ascenso. Cogió vuelo el argentino, que aún no sabía que se convertiría en el héroe del ascenso ni que dejaría tanta huella.

Ya en la liguilla, Díaz tenía dudas sobre el once que sacar ante el Beasain, rival duro y campo de los de antes. Tapia le dio el empujón que necesitaba con una frase para la historia: "En ese campo nos espera una guerra y Guede es nuestro mejor guerrero". Ahora cruzan sus suertes de nuevo.

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