Saúl Aranda se va al Real Madrid: el expolio en la Academia del Málaga CF continúa

La fuga de talento de la cantera del Málaga está siendo bastante dura, se ha recrudecido en este verano con ramificaciones por toda España. No sólo desde la Academia, también desde otros clubes de la capital y de la provincia, muchos hacia el Betis y también al Sevilla y Granada en Andalucía. Villarreal, Atlético de Madrid, Barcelona y Real Madrid también han captado a numerosos jugadores malagueños y malaguistas. Aunque el mensaje desde la entidad es que se quiere apostar por la cantera, la tozuda realidad es que se ha recortado en un 80% el presupuesto destinado a la cantera, se está haciendo un filial con jugadores juveniles y que salen de esa categoría. Hay generaciones prometedoras, como el cadete que ha ganado la División de Honor andaluza, del que han salido varios jugadores. También había confianza en las dos camadas alevines, consideradas top en España, pero el expolio continúa.

Llamativo es el caso de un grupo numeroso de jugadores alevines que se ha marchado rumbo al Puerto Malagueño, algo que ha propiciado que el propio director general del club, Kike Pérez, haya tomado cartas en el asunto y se haya interesado por los motivos de la desbandada. También en el alevín B había varios jugadores prometedores. Uno de ellos, el que más llamaba la atención, Saúl Aranda, que se marcha rumbo al Real Madrid. Aranda (nacido en 2012) ha sido tanteado por las canteras más poderosas de toda España desde tiempo atrás. Es uno de esos jugadores que ha llamado la atención en los campos de la provincia desde que empezó a jugar federado. Muy llamativo desde categoría baby, estilo Brahim Díaz. Con el Málaga desde la categoría más baja, la próxima temporada será alevín de segundo año. En Madrid ya se compatibiliza fútbol 11 y fútbol 7 y allí estará. 62 goles en 28 partidos con el Alevín B y también marcó tres en dos encuentros con el Autonómico, la categoría más alta. Se marcha a Madrid por un periodo de tres años por ahora.

Es la realidad. Incluso en la época de más bonanza económica, con una inversión millonaria durante varios años que después produjo jugadores para el primer equipo que se rentabilizó con varias ventas jugosas, se escapaban jugadores, como sucedió con Brahim, aunque dejó un dinero. Ahora el Málaga es pez chico y equipos de Primera pescan con asiduidad en la cantera, incluso en las categorías más bajas. La orden es no hacer contratos nuevos en la cantera y, salvo regreso rápido al fútbol profesional, son varias generaciones de jóvenes malaguistas las que corren riesgo.