El Atlético Malagueño busca mañana dar un paso al frente de cara al objetivo de la salvación, que parece una posibilidad más real en las últimas semanas, tras sumar seis de los últimos nueve puntos y poner la salvación matemática a ocho puntos. En la Federación estará la Balompédica Linense desde las 12:00 del mediodía con tres puntos de oro en juego.

Una de las asignaturas pendientes del filial de Manolo Sanlúcar es lograr asentar a su equipo en casa. Se reconoció desde su llegada que todos los partidos serían de una tónica similar: 90 minutos muy rivalizados en los que serían los detalles los que dejarían los puntos en una u otra cesta. Hasta el momento, está costando amarrar los partidos al cuadro blanquiazul en su feudo y sí se está encontrado liberado de cierta presión como visitante –de hecho, los últimos seis puntos han sido fuera de casa–.

Le está faltando esa picardía y acierto como local, ya que el equipo ya ha ganado en seguridad y en personalidad en las últimas fechas. Cada rival que visita la Federación se encuentra un equipo serio, que concede pocas opciones a su rival pero que genera poco peligro en el área rival. Aun así, no son síntomas habituales de un equipo que camina colista desde los primeros compases de la temporada.

La llegada al conjunto costasoleño de jugadores con experiencia, más maduros, como Lolo Garrido, Xiscu Martínez y David Grande pueden darle un salto competitivo al cuadro de Manolo Sanlúcar, que estaba algo falto de esa pícara que te da la veteranía de la edad.

En frente estará una Balona que lleva desde mediados de diciembre sin conocer la derrota. Es una arma de doble filo esa, que denota la falta de efectividad en las últimas fechas de los gaditanos pero también la necesidad de lograr un triunfo que les mantenga en los puestos altos de la tabla, con los play off de ascenso a plata a tiro. El cuadro de Jordi Roger llegará con mucha hambre a Málaga.