Quizás la lejanía hace que se pierda un poco de la dimensión que tiene el caso de Brahim Díaz. Un chico que hace tres días celebraba su 19 cumpleaños pero del que llevamos escuchando hablar más de una década. Un joven bendecido con un don único para el fútbol desde que era más pequeño que el propio balón.

Ayer volvió a levantar un título oficial. El Manchester City, su Manchester City, conquistó la Community Shield en un partido en el que los de Pep Guardiola derrotaron al Chelsea por 0-2 gracias a un doblete de Kun Agüero. Brahim se abre hueco poco a poco en un universo lleno de estrellas rutilantes, en uno de los vestuarios mejor pagados del mundo.

Guardiola le tiene fe. Lo de Brahim no es testimonial. El City, que lo arrancó de La Academia con el talonario adelantando por la derecha al Barcelona, lo cocina a fuego lento. El verano pasado la gira por Estados Unidos despejó las dudas y evitó una cesión a España (Málaga y Girona lo intentaron sin éxito). Ahora, sin dejar un niño de infinita sonrisa, es mucho más maduro y se nota en el campo.

Ante el Chelsea entró en el minuto 75 por Phil Foden y estuvo cerca de marcar en un par de ocasiones. En una se fue de Marcos Alonso y disparó al lateral de la red. Casi con el tiempo cumplido, fue Willy Caballero quien le dejó sin el caramelo del gol. Su palmarés, al margen de este título, ya lo adornan una Premier y una Copa de la Liga. Y apenas está comenzando su carrera profesional.