El Fiscal indica en su escrito que los Al-Thani, entre 2012 y 2019, dispusieron en beneficio propio de dinero del Málaga y vaciaron patrimonialmente al club sin causa legítima y con ánimo de enriquecerse "aun en épocas en que se encontraba en una situación financiera particularmente delicada, lo que constituiría un delito continuado de apropiación indebida". Dentro de esta trama se incluyen los movimientos para la adquisición de una flota de vehículos de alta gama y que contó con "la connivencia e indispensable colaboración" de Moayad Shatat y Vicente Casado y Manuel Novo así como de Roberto Cano y José Joaquín Jofre.

Según estas conclusiones, en noviembre de 2012, Moayad Shatat compra al Málaga, representado por Abdullah Ghubn y los acusados Vicente Casado y Manuel Novo ocho vehículos marca Mercedes, dos vehículos marca BMW y dos Mini Cooper por 500.000 euros "que se pagaron por la mercantil NASIR por transferencia bancaria a una de las cuentas del club. Esos vehículos se habían adquirido por el Málaga en años anteriores por un importe total de 652.766,78 euros". El ingreso de esos 500.000 euros que el club había recibido como contraprestación a la venta de sus vehículos no se hizo constar como tal "sino que el apunte contable "ptmo nasir bin abdullah".

Cuenta que tres meses más tarde, ese dinero salió de las cuentas del Málaga, recuperando los acusados sus 500.000 euros, "con lo que acaban siendo propietarios, gratis, de los vehículos que dejan de pertenecer al club con el consiguiente perjuicio para éste".

"La sociedad Nasir Bin Abdullah&Sons SL compra un vehículo marca Range Rover por valor de 83.000 euros para lo que entrega uno de los coches previamente adquiridos, valorado en 24.000 euros y la diferencia, 59.000 euros, se paga por transferencia bancaria desde la cuenta de Nasser que previamente ha obtenido de las cuentas del club y que se apuntan contablemente como "préstamo" aunque, como en el caso anterior, no existe constancia de dicho contrato", incluyó en la pieza.

Moayad Shatat, en mitad de todo

El 1 de marzo de 2014, los 12 vehículos que había comprado el club -menos el que se entregó y más el que se compró- los vendió Nasir Bin Abdullah&Sons a la sociedad Lotis Espan SL, de la que el acusado Moayad Shatat era socio único por 200.000 euros aunque sólo constan transferidos 120.000 euros a pesar de que el valor de los coches apenas un año y medio antes eran de 500.000 euros. Lotis Espan SL vende los coches posteriormente a distintas personas por un total de 332.929 euros, de los cuales 207.929 se corresponden con la venta de cinco de los vehículos a terceros y 125.000 euros con la venta de los siete restantes al propio Málaga CF en un contrato privado suscrito por Moayad Shatat como representate de Lotis y Vicente Casado y Manuel Novo como representantes del club.

Así que la empresa de "los acusados Nasir Bin Abdullah&Sons obtuvo de las arcas del Málaga 559.000 euros que salieron sin causa legal alguna, disfrazándose contablemente -lo que requería de la indispensable cooperación de Roberto Cano, Vicente Casado y Manuel Novo- como devoluciones de préstamos que ni estaban formalizados ni por tanto eran exigibles".