Muchos clubes apuestan por técnicos que conozcan bien la Primera RFEF o que al menos tengan recorrido en el fútbol español. No es el caso del CD Castellón, primer rival del Málaga en la competición de bronce. La apuesta de los albinegros, candidatos a estar peleando por los puestos altos del Grupo 2, les ha llevado hasta Dick Schreuder (Barneveld, Países Bajos, 1971).

Con pasado como futbolista profesional, ha tenido una carrera peculiar en los banquillos. Tras dejar el fútbol en activo se embarcó en un proyecto en su ciudad natal en 2007. En 2013 afrontaría su primer reto tras aceptar la propuesta del mítico Edgar Davids para ser su ayudante en el Barnett FC, donde acabó siendo coentrenador tras la salida del exinternacional oranje.

Tras su paso por Inglaterra, vuelta a su país para seguir avanzando. Fue técnico principal del VV Katwijk hasta 2018. Cuatro años más de formación para volver a ser asistente pero en la MLS formando parte de los Philadelphia Union. En 2019 se marchó a Alemania para convertirse en el segundo de su hermano Alfred, con una carrera más sólida en los banquillos, en el Hoffenhaim.

Y un nuevo regreso a la Eredivisie. Primero como ayudante en el Vitesse y después como primer espada en el PEC Zwolle entre 2021 y 2023. Ahora tiene el reto de empezar a labrarse un hueco en el fútbol español, aunque empiece en el tercer escalón.

Un estilo complicado

El propio técnico hablaba del cambio que intenta implantar en Castellón, entendiendo que les va a costar tiempo: "Es todo nuevo para todos, para mí y los jugadores. He visto mucha mejoría en los entrenamientos y los resultados llegarán. Si quieres jugar así no puedes dominarlo en seis semanas. Esto es normal, estoy acostumbrado".

"Fallamos demasiadas ocasiones, así que es una cosa que tenemos que trabajar, pero en el último tercio de campo es muy difícil marcar goles en espacios reducidos, pero por otro lado estoy contento porque hemos llegado mucho", decía en relación a su último partido, derrota ante el Cornellà.