El Málaga le igualó la partida al EuroGranada. Tiene mérito lo de la plantilla blanquiazul, con el ruido que les rodea y dando la talla ante un equipo que luchará por estar en Europa esta temporada. Jóvenes o veteranos, da igual, el equipo de Pellicer tiene ya asimilado el competir, algo que es un plus muy a valorar estando a una semana del inicio de LaLiga. Los debut de Escassi y Calero, positivos, así como la vuelta de Hicham –con ganas de agradar y demostrar– e Iván Jaime. Las bases ya están sólidos, ahora solo queda dejarse llevar (y que lleguen los nuevos).

De primeras, sorpresa. Había dudas de si Pellicer daría entrada a los tres nuevos fichajes procedentes del Numancia con solo dos sesiones de trabajo por el grupo, pero no dudó. Alberto Escassi debutaba en un once inicial plagado de jóvenes. El malagueño salía como central central en una línea de cinco atrás. Juande y Quintana le escoltaban. Casas en el carril diestro y Benítez, a pierna cambiada, lucia por izquierda. Ramón y Benkhemassa partían en la medular, Larrubia y Tete en los extremos y Hoyos en punta. En frente un Granada que lucía a titularidad de comenzar LaLiga hoy mismo. Duro test.

En sus primeros 45 minutos, a Escassi se le vio firme y no especialmente exigido por la zaga. Se pudo escuchar a Pellicer desde la banda en alguna ocasión que le requería mayor velocidad en sus acciones con balón. Aún debe coger el ritmo y adecuarse a sus compañeros, algo difícil en dos sesiones. 

Al joven Gonzalo se le está atragantando las salidas por alto. En un balón lateral de los nazaríes, que logró embotellar a los blanquiazules en un jugada larga con paciencia, al argentino le costó de nuevo anticiparse al atacante, que acabó cabeceando en el duelo aéreo testa-guantes. La acción no fue a más, acabó abortando la zaga, pero ha sido una reacción recurrente en estos partidos. Cabe destacar que se resarciría en una acción posterior con una buena estirada. Reflejos gatunos del canterano.

Las fotos del Málaga CF-Granada

De una constante a otra, la fe de Ismael Casas. El canterano ya fue uno más del primer equipo en la recta final del pasado curso pero sus importancia se está acrecentando esta pretemporada. No deja de ser anecdótico lo del brazalete, pero habla bien del carácter y las dotes de liderazgo del jienense –ya fue capitán en cada plantilla en la que quedó configurado de la cantera–. En una de sus carreras por el carril diestro, robó por insistencia y logró poner un centro que casi aprovecha Tete, tras torpeza de Milla, para batir a Aarón. El Granada tuvo alguna acción clara, sobre todo una de Soldado que dispararía a placer en el área pero mandaría la pelota al lateral de la red.

No hubo mucho más en lo que a ocasiones se refiere, sí un par de apuntes a destacar. Alberto Quintana sigue dando pasos firmes en el centro de la defensa, solvente y resolutivo, aunque en esta ocasión fue más exigido y sufrió algo más ante el físico de Puertas. A Benítez le tocó la fea de jugar a pie cambiado en el carril zurdo ante la ausencia de Cristo. Hoyos, solo como referencia, también pide paso. No fue fácil lidiar con Vallejo y Germán. Ramón cada día más suelto.

Primeras espadas tras el descanso

Tras el descanso hubo carrusel de cambio esperado y solo se mantuvieron en el once Ismael Casas y Tete. Se dio también un cambio de esquema pasando al 4-5-1. Debutaba también Iván Calero en el lateral derecho, con Casas en el otro costado. Luis y Lombán cubrían la zaga. Rolón, José Rodríguez y Adrián trivotaban; Hicham y Tete en los extremos y Julio actuaba de referencia.

Dos de los estrenos esta pretemporada, Iván Calero y Hicham –que se reincorporó al grupo ya en Alhaurín– fueron dos gratas sensaciones en el segundo periodo. Al lateral se le vio fino en el aspecto físico, no paró de recorrer la banda e incluso probó el disparo en una ocasión que se metió hacia dentro y lanzó con su zurda. El marroquí parecía querer recuperar todo el tiempo perdido en su vuelta. Encaró siempre que pudo y fue un incordio siempre para los nazaríes. Abusó incluso de la pelota en un par de acciones.

Iván Calero presiona a Antoñín.

Al igual que ante el Cádiz, este once refleja mayor control que el de los jóvenes aunque impone un ritmo más lento. A José Rodríguez se le nota que ya está entrando en dinámica con sus compañeros, se le vio más suelto en este amistoso que en anteriores. No tuvo mucho protagonismo Julio, al que le llegaron pocos balones. Iván Jaime también gozó de media hora en sustitución de Tete. Issa Fomba diez minutos con poca suerte al sustituir a Hicham. 

El final quedó empañado por una tangana tras un feo golpe que se llevó Adrián. Los nazaríes no echaron el balón fuera y salieron hasta los cuerpos técnicos a resolver la papeleta. El mediocentro tuvo que ser sustituido por Mini, aunque apenas tuvo dos minutos para rodar. Un empate a cero que deja poco en lo ofensivo pero mucho en lo físico-táctico. Este equipo compite desde ya.