Al Málaga CF se le agotó la gasolina en la segunda parte en El Molinón. El pinchazo en el tanque del colegiado Galech Apezteguía a los siete minutos de juego con la expulsión de Escassi condicionó un partido que se jugó en inferioridad durante más de una hora y media. El gol de Juande reflejó la garra del equipo pero el empuje del Sporting de Gijón con el calor de los suyos pesó. Tercera derrota consecutiva fuera de casa.

Salía el Málaga prácticamente con el mismo traje de Ponferrada pero la actitud y el hambre fueron más que diferentes. Solo un cambio, la entrada de Luis Muñoz y su liderazgo y pundonor dejaban en el banquillo a Roberto y mantenía a Jozabed. Ya en el balón de saque inicial, se comprobó que las intenciones de los blanquiazules eran las de redimirse: sacaron en corto y conectaron rápido buscando portería rival.

El guión de partido gustaba, apuntaba bien, pero el fútbol es caprichoso. En el minuto 7 de juego, Escassi va al límite en acción algo temeraria ante Gragera y el colegiado no duda en mostrar la roja directa al malagueño. Galech Apezteguía pudo mostrar amarilla, pero la expulsión del mediocentro sería inamovible. El Málaga jugaría, descuento a parte, 83 minutos en inferioridad. 

El Málaga tuvo que dar un paso atrás y resguardarse en su campo. Jozabed hacía pareja con Luis Muñoz y Brandon quedaba solo al frente de ataque. Cerraron filas y duplicaron el esfuerzo y avisaron con una combinación entre el sevillano y Kevin en el costado izquierdo que acabó con el chut de Jozabed que atrapa Mariño. Y ya sabe, el que avisa no es traidor.

Tras un trifulca en el área por un golpe de Dani Martín a Gragera, se monta una tangana que acaba con amarillas para Luis Muñoz y Brandon, también para Djuka. El colegiado había perdido ya el control del partido y había mucha tensión entre ambos equipos. El Málaga supo traducirla mejor. Forzó un córner y aprovechó un mal rechace de la zaga sportinguista. Kevin controla, abre a Jozabed y éste para Brandon que asiste al corazón del área donde aparecía Juande para hacer el 0-1. Y cómo lo celebró el cordobés, puro coraje.

El gol reafirmó al Málaga que lo que estaba haciendo era lo correcto. Estaba bien posicionado, poblando el juego interior y dejando los costados más liberados donde volcó el juego el Sporting. Gran esfuerzo de los blanquiazules para igualar la inferioridad, que costaba más amarilla antes de descanso para Jozabed y Juande. Al descanso se llegaba con el 0-1, cuatro cartulinas amarillas y una roja tras solo ocho faltas que ejemplificaban los derroteros por los que caminaba el partido.

Los cambios no dieron aire al equipo 

Tras el descanso, José Alberto hizo dos cambios para dar refresco  y cambiar el esquema. Se quedaban en los vestuarios Kevin y Jozabed y saltaban Lombán y Genaro. Del 4-4-1 que formaba el equipo antes se pasaba al 5-3-1. Tres centrales con la inclusión del capitán y se optaba por carrileros. Genaro hacía de pivote y Luis Muñoz y Paulino quedaban de interiores.

El Sporting saltó con más intensidad y centrado en volcar el juego en el arco de Dani Martín. La ansiedad pudo salir cara a Gragera, que agredió con un codazo a Paulino pero la doble vara de medir del colegiado lo dejó en amarilla. Antes de la hora de partido cayó el primero. Un mal rechace de Peybernes deja solo a Djuka que se inventa una vaselina a un metro del meta blanquiazul para superarle. Pudo hacer más el asturiano.

Debutaba Sekou Gassama y Dani Martín sostenía, ahora sí, con una buena intervención al equipo. El 1-1 dejó tocado al Málaga que no logró volver a intimidar a Mariño y le duraba muy poco la pelota. Se notaba el cansancio en las piernas y aún quedaba mucho partido por delante.

A falta de diez minutos, otro balón interior del que saca petróleo Djuka. Control orientado para colarse en el área, donde aparece Gaspar, controla y dispara a romperla con su zurda para darle la vuelta al marcador. Era el 1-2 y de nuevo dio la impresión que Dani pudo decir algo más para evitarlo. Había entrado Ramón minutos antes, también Antoñín en el tramo final, pero la única acción de peligro que logró generar el equipo fue un disparo franco de Sekou tras un libre directo que se fue fuera por poco. Y era fuera de juego. Tercera derrota consecutiva a domicilio de los malaguistas.