El resultado en estos casos es lo de menos pero el Málaga concedió su primera derrota de la pretemporada ante el Cádiz. No hubo ruido sobre el terreno de juego. Estuvo mejor la versión del equipo en la primera mitad, con más canteranos, que en la segunda, donde el ritmo bajó. En cualquier caso, otro test que dejó varias lecturas interesantes, sobre todo individuales.

Sergio Pellicer volvía a apostar de inicio por un once con gran presencia de canteranos de La Academia aunque esta vez dotaba de algunos profesionales al bloque y cambiaba el esquema recuperando el 4-4-2. Orlando Sá, Tete Morente y Benkhemassa partían esta vez desde el minuto uno, al igual que Hoyos, en detrimento de Benítez, Mini, Julio y Mike.

Las sensaciones se repetían con el equipo blanquiazul, muy ordenado pese al cambio de esquema y con notable personalidad pese a la notoria presencia de jugadores jóvenes de la cantera. Además la intensidad que propuso el Cádiz desde el inicio impuso un ritmo más elevado que el de la primera mitad ante el Valladolid, exigiendo una respuesta en menos tiempo. Hubo notable reacción.

De una recuperación salió lanzado Tete Morente. El gaditano demuestra estar en buen estado de forma y con espacios resulta decisivo. Encontró carril por la izquierda, desbordó hasta línea de fondo y sirvió al punto de penalti. El resto lo hicieron entre Sá y Hoyos, la dupla de ataque. El portugués va al primer palo, atrae a la zaga –está demostrando movimientos muy interesantes en el área–, y deja al canterano solo para empujarla. Era el 1-0.

Mantenía la posesión los blanquiazules y se veían detalles de Larrubia. El zurdo es menudo pero tiene velocidad y mucha calidad en el regate que le hacen brillar. Se sacó un disparo con su zurda tras caracolear por el área que obligó a Cifuentes a despejar a córner.

De una falta lateral llegó el empate del Cádiz. Marcos Mauro remató muy solo tras un mal marcaje de Orlando y una lenta salida de Gonzalo, que no se está mostrando muy segura en estas acciones aéreas.

Tras el descanso se dio el carrusel de cambios esperado, y se dio de nuevo un cambio de esquema, del 4-4-2 al 4-3-3. Se mantuvieron solo Ismael y Cristo en los laterales. Munir ocupó la portería; Luis y Lombán el centro de la zaga; José Rodríguez, Mini y Rolón la medular; Issa y Julio los extremos; y para Mike la punta de lanza.

Se notaron los cambios en el ritmo de partido –también entraron Keidi Bare y Benítez–, algo que dejó ver poco juego, aunque alguna que otra ocasión en las botas de un habilidoso Julio o de un Issa Fomba, otro que con espacios es muy vertical y rápido, colgando varios balones al área que dieron oportunidades.

Sobre la bocina, anotó Sergio González el gol del triunfo del Cádiz. Strindholm, que entró en la recta final por Munir, paró a bocajarro en el área pero el rebote lo empujó el cadista (1-2). Sigue progresando el equipo, en sensaciones y aptitudes, pese a tanto ruido y esta primera derrota.