Eder Sarabia, un 'ciclista' con amigos malagueños

En el banquillo visitante de La Rosaleda se sienta este domingo Eder Sarabia (Bilbao, 1980). Mano derecha de Quique Setién en sus últimas experiencias en el Betis y el Barcelona, tenía personalidad propia. Muy vehemente impartiendo órdenes, ganó protagonismo en ese rol y también se ganó algún desaire de futbolistas, especialmente en el Camp Nou. No quedó mal concepto en el vestuario, no obstante, de él a tenor de la decisión de Gerard Piqué, presidente del club andorrano, de darle las llaves del proyecto del país pirenaico para ingresar por primera vez en el fútbol profesional español. Es algo que ya sucedió en su día con el baloncesto y que está contemplado en la ley del deporte.

Eder es hijo de Manolo, un antiguo notable futbolista, miembro del Athletic que ganó dos Ligas en la primera mitad de los 80 e internacional con la selección. Un penalti suyo en la tanda ante Dinamarca dio el pase a España a la final de la Eurocopa del 84. Criado en un ambiente futbolero, su padre fue compañero de Setién en el Logroñés en Primera. Aunque su gran pasión es el ciclismo. Este sábado comentaba, como suele con otras pruebas, el Giro de Lombardía y las últimas andanzas de su admirado Alejandro Valverde. La bicicleta está muy presente en su vida y es el motivo de su amistad con un deportista malagueño ilustre, Luis Ángel Maté. Suelen realizar algunas marchas conjuntas y el pasado verano completaron una simbólica, que unió Andorra con Bilbao. Fue la promesa que hizo el técnico vasco si conseguía llevar al Andorra al fútbol profesional. Efectivamente, así lo consiguió. Y como compañero de grupeta fueron el propio Maté y otro ciclista malagueño de postín en el mountain bike, Antonio Ortiz, natural de Ojén y también competidor en la élite.

Completaron 602 kilómetros y casi 8.000 de desnivel en tres días repartidos en otras tantas etapas: Andorra-Castejón de Sos; Castellón de Sos-Castillo de Javier y Castillo de Javier-San Mamés. Allí en la explanada del mítico estadio fueron recibidos por familiares y amigos. Los malagueños fueron de guías y apoyo de Eder Sarabia en completar una ruta de mucho mérito. Seguramente este domingo tengan el corazón dividido.