Volvía tras dos meses de lesión Genaro, que no tuvo un regreso soñado. El centrocampista volvía a sumar minutos, satisfecho y contento por ello, aunque con ganas de darle la vuelta a una situación que comienza a ser peligrosa: "Nos vamos de aquí con un palo grande. Vemos que llegamos, elaboramos pero no materializamos. Al final la efectividad... El resultado es injusto".

"Todo el aficionado que haya visto el partido sabe que durante la primera parte dominamos la posesión, elaboramos jugadas y tuvimos el control prácticamente del equipo rival. Salvo dos ocasiones contadas, de segundas jugadas o balones muertos, prácticamente el mayor peligro lo generamos nosotros", analizaba el sevillano tras la derrota.

Genaro quiere que el equipo recupere la buena onda del inicio de campaña en La Rosaleda: "Nuestro primer objetivo es hacernos fuertes otra vez en casa, como lo fuimos a principios de temporada. Apoyarnos en el compañero que tenemos al lado y desde el lunes a pensar en el Valladolid".

"Ya tenía ganas de volver con el grupo de manera oficial, en un partido, bastante contento por mi vuelta a los terrenos pero con ganas de seguir apoyando a mis compañeros", zanjaba sobre su regreso.