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Husillos llega para calmar las aguas

  • El argentino firma hasta 2020, trae a todo su grupo de trabajo y ratifica a Míchel y a la plantilla

Mario Husillos, durante la rueda de prensa de su presentación en la Sala Juan Cortés.

Mario Husillos, durante la rueda de prensa de su presentación en la Sala Juan Cortés. / javier albiñana

Mario Armando Husillos inició ayer su tercer periplo como director deportivo blanquiazul. Lo hizo con el rostro cansado, exhausto tras varias horas de avión, "estoy sin dormir", decía. Pero con una felicidad plena, se le notaba al argentino que estaba donde quería estar, sonriente pese a la falta de sueño y presto con cada pregunta.

"Es la decisión más simple que he tenido que tomar en mi vida", comentaba Mario sobre lo rápido que se fraguó su vuelta: "Ni un minuto tardé en tomarla, sólo sentirla. Estoy con todas la ganas de estar aquí. No tuve que pensar nada. Las ganas estaban por delante. Estoy encantadísimo de estar aquí". Como era de esperar, se le notó comedido ante la falta de información de todo lo que rodea al club internamente aunque como admitiera, siga muy de cerca al club: "Acabo de aterrizar, estoy sin dormir. No es el mejor día para estar con ustedes. Diagnóstico ninguno, tengo que estar con la gente. Van poquísimos partidos, tengo que ver el panorama, observar y hablar con la gente. Sé dónde me meto, dónde vengo. Sé el momento, conozco a casi toda la gente. Lo único que puedo decir es que estoy encantado y feliz. Ha sido una decisión súper simple, por más vueltas que le demos a la situación".

No he hablado con Arnau, pero creo que cualquier cosa que le pida va a estar a disposición mía"

Sobre sus funciones, el argentino apostó por la cautela y pidió -entre líneas- tiempo para trabajar con calma: "El director deportivo es un traje a medida. El trabajo de la dirección deportiva es a largo plazo, con tranquilidad". Además, reconoció conversaciones con la cúpula directiva: "He hablado con la familia Al-Thani. Estos dos años hemos intercambiado mensajes y situaciones. La salida anterior fue sin ningún tipo de inconveniente, casi amistosa. He mantenido un contacto suave con ello".

Mario Husillos firma hasta 2020. Lo que resta de temporada y dos años más: "Me sumo al mundo Málaga una vez más, es mi casa. Conozco al club, a la gente, cada rincón... La hoja de ruta es convivir, estar con ellos. Con tremenda serenidad, tranquilidad y con muchas ganas. Tengo una relación magnífica con todo lo que es el club y la parte futbolística. Y quiero recalcar la manera en la que llego, no tengo agente, no he hablado con el entrenador y nada. Me llamaron y dije que 'si puedo, voy', y aquí estoy". Sobre el equipo de trabajo que le acompañará anunció que "aún no firmaron sus contratos", por lo que no transcendieron sus nombres más allá de Manolo Gaspar y Martín Viberti: "Vengo con mi grupo de gente, como es normal, la gente de mi confianza. Es condición sí o sí. De la misma manera que hizo Arnau y cuando se prevé que es algo para bastante tiempo. No va a variar mucho de los que estuvieron en la anterior etapa del club y alguno que está hora en el club como Manolo Gaspar, que es un mito del club".

El argentino releva a Francesc Arnau, aquel que recogió su cargo cuando Al-Thani prescindió de Husillos en diciembre de 2015. Reconoció que aún no había hablado con el catalán pero que cree que "cualquier cosa que le pida va a estar a disposición mía y del club, tiene un gran cariño puesto en esta plantilla, que ha hecho él, y el primer interesado en que las cosas salgan bien porque también es malaguista".

Mario Husillos tenía contrato en vigor con el Olympiacos cuando recibió la llamada del club y la posibilidad de volver. Como ya ha reconocido, no se lo pensó, y tuvo que lidiar con el presidente de los griegos, Evangelos Marinakis: "Hace muy pocos días tuve que hablar con el presidente, le expliqué la situación y fue bastante simple. Tengo que agradecer a ellos por la fácil salida. Es un tema de sentimiento y así se lo expliqué. Me entendió y quedó una relación muy buena con él. Estaba a gusto, se estaban cumpliendo los objetivos, era importante irme así. Cuando le expliqué lo que es el Málaga para mí lo entendió, le pilló frío pero lo entendió".

El argentino no esquivó la situación del equipo en el plano exclusivamente deportivo. El único punto en el casillero de los 21 posibles pesó sobre Arnau y por ende, sobre Míchel. Pese a ello, Husillos quiso restar importancia a esto, transmitiendo tranquilidad ante las escasas siete jornadas disputadas: "Sobre el partido puedo decir poco, es más cosa del entrenador y jugadores. Haremos una evaluación seria y real en más tiempo, no sé cuánto exactamente. El principal problema es que van siete jornadas. Hoy somos los últimos, pero a lo mejor dentro de dos jornadas estamos fuera del descenso, o no, no lo sé. Obviamente hay una situación que no es agradable y el feeling no es todo lo bueno que esperábamos, pero hay que trabajar".

La pregunta del millón no tardó en lanzarse. A Arnau ya le persiguió la sombra de un hipotético despido de Míchel, con el que se presuponía que una derrota ante el Leganés acababa con el periplo del madrileño en el banquillo. Para Husillos no: "Puedo garantizar plenamente eso y más cosas, es lo que menos he pensado porque no está ni en mi cabeza. Si está trabajando y el grupo está unido, los futbolistas lo defienden a muerte, es un gran entrenador en el campo y con carisma... no veo ninguna razón para ello. La solución más fácil es cambiar el entrenador, pero no lo veo así para nada".

"Noto una confianza absoluta en Míchel, en el ambiente en la gente y en la mía misma. Ni se me pasa por la cabeza el tema de su continuidad", recalcaba el argentino, reforzando más si cabe la posición de Míchel al frente del Málaga: "Si nos toca no ganar, ahí estaremos para seguir trabajando. Hay gente, con unión y trabajo esto puede tener normalidad en equis tiempo. En el momento en el que ganemos dos partidos estaremos hablando de otra cosa".

Husillos reconoció que ya había mantenido una breve conversación con el entrenador blanquiazul pero que, en las próximas horas, hablarían con más peso: "Iré al entrenamiento, hablaré con Míchel, con el que ya he hablado por teléfono de algunas cosas. Sé cómo va a venir la cosa más o menos. Hablé muy poco con él, sólo para comunicarle la situación". Y recordó la amistad que une a ambos desde que compartieron pupitre: "Hemos tenido contacto esporádico, hicimos el curso de entrenador juntos, hasta me invitó a comer a su casa. Tengo una relación buena con él, incluso hablamos en épocas anteriores para que fuese entrenador del Málaga. Me hace ilusión trabajar con él".

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