Juanpi empieza a ser el jugador que promete

Juanpi afrontaba el año dispuesto a hacer algo importante. Y es algo que ya asoma en la élite. Javi Gracia premió su gran partido contra el Barcelona dándole continuidad merecida. Y él respondió a lo grande. Anotó de tacón el tanto que abría el encuentro y ponía los tres puntos de cara, tiró del equipo asumiendo la posesión del balón en la segunda parte y lo adornó con algún eslalon interesante. El increíble fallo final a puerta vacía es la anécdota de un partido sobresaliente, especialmente porque no hubo que lamentar daños. De hecho, acto seguido llegó el gol de la tranquilidad a cargo de Santa Cruz.

Así que se lució en un campo donde es difícil hacerlo. Si sigue exhibiendo esa personalidad en próximos partidos, ese venezolano tan prometedor comenzará a ser una realidad en la élite.

El partido, feo, para qué negarlo, es de esos que hace lucir los méritos corales, más que nada defensivos. Albentosa y Filipenko, la extraña pareja, sobrevivieron ante un Eibar que en su campo ponía en muchos apuros a los defensores. Solventaron el peligro bien más allá de la mácula del gol final de Borja Bastón.

Chory Castro, que se marchó lesionado, se anotó su primera asistencia en buen balón para el tanto de Juanpi. También con la zurda dio el pase de gol a Santa Cruz (segundo ya para el paraguayo) el incombustible Rosales.