Koné dice adiós en una cruel tanda de penaltis

No pudo ser. A Bakary Koné le queda aún un partido en la Copa de África, pero no el que pretendía, la final, sino el tercer y cuarto puesto. Burkina Faso cayó derrotada ante Egipto en una cruel tanda de penaltis. Y es que su equipo llegó a la muerte súbita con ventaja de un gol cuando quedaban los últimos dos lanzamientos. Fallaron ambos mientras sus rivales los metieron y se llevaron el gato al agua. Ahora quedará la consolación ante el perdedor del Camerún-Ghana.

Con el dorsal 4 a la espalda, el jugador blanquiazul volvió a ser titular en el centro de la zaga junto a su habitual pareja en el eje, Dayo. En un partido que casi siempre tuvo mucho respeto, apenas tuvo que actuar durante la primera mitad. De hecho, fue protagonista por un rodillazo involuntario que le dio a un compañero en un salto en el que le clavó las rodillas a un compañero. Poco pudo hacer en el minuto 66, cuando Salah se sacó un gran disparo que se coló de manera inapelable por la escuadra. Cuando todo parecía perdido, de nuevo el héroe burkinés, Aristide Bancé, rescató a los suyos siete minutos después aprovechando un pase de Kabore. Incluso hubo un par de tiros para evitar la prórroga, pero no pudo ser. Tampoco en el tiempo adicional, pese al dominio de Koné y los suyos.

El central había hablado antes del encuentro. En sus declaraciones, además de Egipto, tuvo palabras para el conjunto blanquiazul. "Pienso también en el Málaga. Tenemos partidos difíciles, pero hay que hacer un esfuerzo entre todos. Volveré en forma para aportar todo lo que pueda y así cumplir los objetivos del equipo", manifestó el zaguero de Ouagadougou.