Ramón Enríquez fue el último contratiempo en forma de lesión que ha sufrido el Málaga CF esta temporada, y van ya unos pocos. El centrocampista sintió un fuerte dolor tras una pugna en el partido contra Las Palmas y rápido se dio cuenta que algo no iba bien con su brazo. Pese a que en primer momento pudo parece que era de nuevo su hombro, el problema estaba esta vez en su codo.

"Malaguistas, desgraciadamente voy a tener que parar unas semanas", escribía el granadino en sus redes sociales, unos días después de sufrir el percance en su codo derecho: "Muchas gracias de corazón por vuestro apoyo y por todos los mensajes que he recibido estos días. Por mi cabeza no pasa otra cosa ahora que recuperarme bien y lo antes posible para volver a ayudar al equipo".

El quid de la cuestión es una luxación en su codo derecho que le tiene en estos momentos con la articulación inmovilizada y a expensas de que en una semanas todo vuelva a estar en su sitio. Las estimaciones con el jugador le pueden dejar fuera en torno a dos meses, lo que es seguro es que no estará disponible en lo que resta de 2021, en los próximos cinco partidos que tiene por delante el Málaga antes de 2022.

Es un contratiempo que afecta de lleno al centro del campo malaguista que, tras la lesión de gravedad de Luis Muñoz, pierde a otro efectivo durante varias semanas. Llega encima en un momento al alza para el de Órgiva, que estaba sumando mayor minutaje en las últimas jornadas. En estos momentos, solo Escassi, Genaro, Jozabed e Ismael Gutiérrez optan a dos posiciones que parecen inamovibles para José Alberto, el doble pivote. Cabe destacar que hasta la fecha, Ismael no ha sumado minutos en esas posiciones.

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