El Málaga tiene tres millones de euros en el aire, o no tanto, si se suman las múltiples fugas que había en las cuentas de la entidad de Martiricos y que salen a la luz después de que el administrador judicial se haya puesto a levantar alfombras. José María Muñoz presentó en su último informe de cuentas a la jueza Ruiz González las causas que tiene el club. Ahí entran muchas reclamaciones en contra pero también hay una serie de casos que pueden reportar una inyección de cierta consideración.

3.077.793,55 pendientes sin tener en cuenta el caso Jony Rodríguez y la Lazio (por el que se pedían 12 millones de euros y por el que se ha presentado recurso de suplicación) y contando que se siguen peleando los 366.558,88 euros que el Ayuntamiento de Málaga exige a cuenta del estadio Ciudad de Málaga. También entran los 312.963,83 euros que el Real Murcia tenía que pagar. Se abonó la mitad a la firma y hay un calendario de pago en marcha cuyo segundo y último plazo (un cuarto del total) vence el 30 de diciembre de 2023.

El gran pellizco ascendería a 2,4 millones de euros y es lo que Muñoz entendió que debía reclamar a BlueBay por el supuesto incumplimiento de contrato de publicidad y patrocinio. Hay otros pellizcos menores a empresas y algún futbolista, también una más importante –de algo más de 100.000 euros– a una empresa que está en concurso y cuya ejecución fue denegada. Otro de los frentes abiertos apunta a FC Energía (por 168.750 más los intereses. Está pendiente de presentar la demanda pendiente).

Uno de los futbolistas más beligerantes con el Málaga está siendo Luis Hernández. Pero el club no se quedó de brazos cruzados y también reclamó una cantidad total de 63.814,73 euros. Tendrán que verse las caras en mayo de 2023.

Hay alguna bala más por ahí para conseguir ingresos adicionales, pero ya no tienen que ver con los juzgados. No hay que olvidar que se espera el dinero que el Villarreal adeuda por el traspaso de Ontiveros y vinculada a una operación rocambolesca.