Andreas Strindholm, padre de Daniel, guardameta de La Academia del Málaga CF, es el principal artífice de que su hijo sienta desde pequeño los colores blanquiazules pese a ser suecos. Con motivo del Día del Padre, que es este próximo sábado, el club ha querido contar la historia de ambos, de Andreas y Daniel.

Andreas pasaba los veranos de su juventud en Nueva Andalucía, Marbella, gracias a sus abuelos. No fue hasta los 80 cuando visitó por primera vez La Rosaleda, cuando se enamoró del estadio y el equipo, comenzando una bonita historia como acérrimo aficionado. Daniel, que nació en Estocolmo (Suecia), vivía el malaguismo desde la distancia impulsado por su padre Andreas. En 2008, la vida profesional de Andreas le permite llegar a Málaga. Desde entonces, la familia es socia al estadio blanquiazul y hoy su hijo es uno de los porteros más prometedores de La Academia.

"El origen de mi pasión tanto del fútbol como del Málaga es mi padre", dice Daniel a los medios del club: "Mi padre lo es todo, lleva llevándome desde chiquitito a ver el Málaga. Sin él sería muy difícil tener esta pasión por el Málaga". Andreas explica que desde "el primer momento me enamora de esta ciudad, este estadio tan bonito, los colores, la gente, el equipo...", y para él "este escudo significa mucho". "Antes de que nacieran mis hijos ya lo tenía claro, y ellos también han cogido los colores", sentencia Andreas.