El Málaga CF comunicó que se han rebasado los 20.000 abonados esta temporada. Simbólica cifra que hubo no pocos años en Primera División que no se consiguió alcanzar y que en la caída al pozo de Primera RFEF se ha superado marcando un hito en la respuesta del malaguismo. Ante el Recreativo de Huelva se rebasaron los 25.000 espectadores, entrada que sobran dedos de las dos manos para contar estadios en toda España que cada fin de semana lo completan. Por ejemplo, para un Celta-Barcelona hubo en Vigo 23.096 espectadores. De hecho, sólo en el Metropolitano, con 61.196 espectadores, en el Atlético-Las Palmas, el Valencia-Sevilla, con 44.506, y el Betis-Alavés, con 43.514, superaron los registros de La Rosaleda en el fútbol profesional. El Deportivo llevó en Primera RFEF 21.000 espectadores ante el Tarazona.

La cifra de los 20.000 se la había planteado el club como reto y es algo que se demandaba desde la administración judicial y desde la dirección general para hacer frente a la situación económica delicada que se abordaba con la salida del fútbol profesional. La respuesta ha sido extraordinaria de un malaguismo que late más fuerte cuando se ha visto en el fango. La inversión del club en fichajes ha sido medida en pos de la estabilidad futura, según se defiende desde Martiricos. Aunque la necesidad del ascenso está sobre la mesa y es admitida por entrenador y jugadores cada vez con más fuerza.

Una buena medida también de esa fidelidad son los masivos desplazamientos que se están realizando esta temporada a lugares cercanos (los 5.000 de Granada fueron tremendos) y que se puede aumentar si hay presencia en los play off por el ascenso, lo más previsible ahora mismo aunque los últimos resultados han abierto una rendija para seguir soñando con que el ascenso directo aún no es imposible. Pero en La Rosaleda hay garantizadas entradas de alto nivel, rara vez se ha bajado de esos 20.000 en asistencia.