En el Málaga hay muchas cuestiones que solucionar. No cabe duda de ellos. Pero había una de ellas absolutamente primordial, que tenía toda la parcela deportiva en stand-by y que estaba provocando un tapón que a medida que transcurrían los días se iba a haciendo más y más insostenible. Pero esa vía ya se ha desatorado con la salida oficial de Mario Armando Husillos, que en la tarde de ayer dejó de ser el director deportivo blanquiazul, tal y como informó la propia entidad de manera oficial.

Han sido días de tensa espera hasta que finalmente el argentino ha abandonado su cargo, en el que le restaban todavía dos temporadas de contrato. Su marcha era una cuestión de tiempo desde el episodio del presidente, Abdullah Al-Thani, en el que desautorizó el fichaje de Lucas Alcaraz de manera pública cuando Husillos lo tenía todo sellado y contaba, incluso, con el visto bueno de los hijos del jeque, miembros ellos del consejo de administración del club.

El club de Martiricos prevé anunciar al sustituto del argentino en breve

Husillos dimitió de su cargo de manera interna, es decir, dejó sus funciones una vez que entendió que su situación era insostenible después del gesto del presidente. Pero el argentino no pensaba renunciar a todo el contrato que tenía firmado. Conviene recordar que en octubre dejó el Olympiacos y regresó al Málaga para ocupar la plaza de Francesc Arnau (que fue precisamente quien le había sustituido en su cargo), volviendo a tomar el timón de la parcela deportiva con un compromiso hasta 2020. Así que ambas partes negociaron hasta llegar a un acuerdo de rescisión que volvió a demostrar que el jeque maneja los tiempos a su manera y antojo. Esto, en muchos casos, provoca cierta tensión en las oficinas.

En estos meses, el balance de Husillos resulta absolutamente deficiente. Fue un firme defensor de Míchel desde su llegada a pesar de que el peso de los resultados (además de otros asuntos no menores) hacía indicar que el madrileño no podía continuar al frente del equipo. Pero lo peor llegó en el mercado invernal, cuando firmó ocho refuerzos (Ignasi Miquel, Iturra, Bueno, Ideye, Success, Lacen, Lestienne y Samu García) y un nuevo entrenador, José González, que resultaron decepcionantes salvo algún caso aislado.

Especialmente discutido fue el fichaje de Lacen -ya a mercado cerrado ocupando la vacante de un Cenk Gönen al que le resultó imposible encontrar destino- con el añadido de que tenía una ampliación de contrato verdaderamente asequible por partidos disputados. Aunque a pesar de todo esto y del descenso, Al-Thani no puso nunca en duda la continuidad de Husillos, quien antes de vivir el desencuentro por Lucas Alcaraz, estuvo sondeando a otros técnicos (Muñiz entre ellos), los cuales le dieron calabazas.

El Málaga, de cualquier manera, ha perdido un tiempo precioso para trazar las líneas maestras de su proyecto para la campaña 2018/19. Al-Thani, a pesar de las recomendaciones de los pocos hombres de confianza que le quedan en el club, desoyó prácticamente todas y decidió volver a pilotar la nave a su manera. En el club se espera poder anunciar en breve al sustituto de Mario Husillos en la dirección deportiva. No serán pocas las tareas que tenga por delante en un club que no tiene entrenador en el primer y segundo equipo ni director de la cantera.

Mientras tanto, Husillos se enrolará próximamente, si nada cambia, en el West Ham United.