Málaga CF

Un medio sin manija

  • Ocho jugadores han tenido minutos en la medular del equipo, donde solo se asientan cuatro

  • Adrián coge peso como llegador en un centro del campo de equilibrio sin un creador de juego

Erik Morán pelea por el balón con un jugador de Las Palmas.

Erik Morán pelea por el balón con un jugador de Las Palmas. / Marilú Báez

El puesto de medio centro es siempre una pieza clave en el fútbol. A nivel ofensivo y defensivo, según sus características, construye o destruye juego. En el Málaga se reclamaba desde la opinión pública un futbolista del primer tipo, un creador para dar fluidez al fútbol del equipo. Quien llegó en invierno fue Erik Morán, quizá más de este corte que sus compañeros en el puesto, pero su papel en estos dos meses ha sido de contención y nexo entre la defensa y el resto del esquema. Y es que esa era la intención, dar equilibrio y empaque, no otra cosa. Es el perfil buscado por Juan Ramón Muñiz, que puebla su centro del campo, pero rechaza una manija.

Ocho jugadores han pasado esta temporada por la medular del Málaga. Arrancaron N'Diaye y Recio la temporada como titulares en un 4-4-2, luego fueron participando en mayor o menor medida Adrián, Lacen, Boulahroud, Iván Jaime, Keidi Bare y el citado Erik Morán. No llegó a hacerlo Iturra, que habría sido el noveno, antes de rescindir el último día de mercado.

Adrián, Lacen, Boulahroud, Iván Jaime, Keidi Bare y Erik Morán son los que participaron como medio centro este curso

Lo cierto es que de todos los mencionados apenas se han asentado cuatro para lo que fueron primero dos, después tres o incluso cuatro puestos con el cambio de esquema. Adrián acompañó durante buena parte del curso a Alfred N'Diaye, estrella del proyecto, y en momentos determinados aparecieron para sustituirle en sus partidos con Senegal Medhi Lacen –su última aparición fue el 13 de enero en Zaragoza– o Boulahroud –11 de noviembre, Gijón–. Es por una cuestión de fiabilidad y escasa rotación que llegó Morán, en un momento además de debilidad defensiva, lo que hizo a Muñiz apostar por el 4-1-4-1 con hasta cuatro medio centros, con Adrián ejerciendo de falso interior, apareciendo Keidi Bare como fijo en una ecuación en la que a principios de temporada no entrababa.

Así las cosas, acumula hombres el Málaga en su centro del campo, pero lo cierto es que ninguno tiene ese papel de creador que se pedía. Y ese es el estilo. La tarea de la medular no es crear ocasiones, ese es trabajo para las bandas. Según Sofascore, Dani Pacheco y Javier Ontiveros son el segundo y tercer jugador que más pases clave –envíos que acaban en disparo– han dado del equipo, con 27 y 25 respectivamente. Y Federico Ricca, con sus subidas por la izquierda, es el cuarto, con 17. El primero es Gustavo Blanco Leschuk, faro absoluto del equipo: ha dado 29 últimos pases en total y promedia 29 pases, en general, por partido con un 63% de acierto. Además, es el jugador que más duelos aéreos ha ganado de todo el campeonato, 279 (9.6 por partido).

Pau Torres es el jugador que más pasa y envía en largo para un Blanco Leschuk que es el faro del Málaga

La influencia de Blanco Leschuk explica también la tarea del centro del campo, considerando además que el jugador que más pases da (41 por partido) y envíos largos acierta (3.9) es un central, Pau Torres. Es, por tanto, trabajo de los defensores a través del envío en largo y del delantero que los baja llegar al último tercio de campo, donde las bandas crean la mayoría de las ocasiones, bien para ellos, bien para los delanteros o para la llegada de una segunda línea donde Adrián González se ha convertido en un jugador fundamental para Juan Ramón López Muñiz.

Más allá de las sensaciones que pueda trasmitir a lo largo del partido, es tras los centrales el jugador que más amasa el balón (40.7 pases por partido con un 81% de acierto), pero la clave está en ese rol de llegador que lo ha situado como el máximo artillero del equipo con siete goles, cinco de ellos en los últimos ocho partidos, ya con el nuevo esquema. Y tras Blanco Leschuk y Ontiveros, dentro de la escasez de disparos del equipo, es el segundo que más tira (1.11). Y capítulo aparte habría para un N'Diaye que ha pasado de destructor a otra espada más en campo contrario.

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