Pepe Mel es un entrenador que habla mucho con sus futbolistas, intenta inculcarles sus ideas, generar una complicidad que conduzca a lo que precisa de ellos en el campo. En esas se le ha visto últimamente con Genaro Rodríguez, un futbolista que todavía no ha tenido un papel relevante pero que ante las circunstancias actuales se puede convertir en una pieza fundamental.

Después de ver su quinta amonestación en el campo del Leganés, el Málaga ya sabía que tenía perdido a Alfred N’Diaye. El centrocampista parisino ha sido el sostén del conjunto blanquiazul en el primer cuarto de competición. Lo natural habría sido cubrir su baja por Alberto Escassi, pero el malagueño se fue tocado de Butarque y pese a sus nobles intenciones es duda para medirse al Lugo.

Según el parte médico facilitado por el Málaga, tras las pruebas realizadas se determinó que Escassi padece una “tendinitis en el tendón de Aquiles derecho”. La voluntad del futbolista es jugar el partido, pero habrá que ver si es una buena decisión. Además, también habría que ver si Mel estima adecuado sacar a Escassi de la defensa, donde ha jugado desde la llegada del entrenador madrileño al banquillo.

Genaro ya tuvo algunos minutos en la medular en la segunda parte en el campo del Leganés y estuvo cerca de ver dos amarillas casi consecutivas. No está siendo una buena campaña para él, que en verano parecía que tendría un rol relevante y luego partió desde la reserva. Tampoco le ayudaron sus participaciones como central (Guede había estado trabajando con él casi toda la pretemporada como zaguero), donde se vio forzado a jugar por la plaga de lesiones.

Sí se cuentan entre las virtudes de Genaro la capacidad de sacrificio y su despliegue físico, con lo que cubre otras deficiencias. La temporada anterior acabó siendo tan desastrosa que se le echó de menos los meses que estuvo fuera de combate y posteriormente el equipo agradeció su regreso. Contagia energía y hace que nadie se pueda relajar. Esa versión es la que necesita el Málaga, tanto si entra de inicio como si lo hace durante el partido.

Mel ha abierto el melón de los dibujos y ha ido probando distintas variaciones, pero nunca había jugado con tres centrales hasta el miércoles. Sin N’Diaye y con las limitaciones de Genaro en la elaboración, cabe esperar que el técnico tire de algún futbolista con mejor salida y pase tipo Ramón Enríquez. El centrocampista de Órgiva ha estado entrenando a un nivel altísimo, pero luego eso no se refleja en el césped. Es uno de los mayores talentos salidos de La Academia en los últimos tiempos pero no termina de romper el cascarón.