Muñiz, antes del Málaga - Extremadura

"Esto es Segunda, lo demás era una fantasía"

  • Muñiz habla abiertamente de la pelea por el ascenso y lamenta un halo de negatividad: "El síndrome del descendido lleva a un pesimismo radical desde el principio"

  • "Si quieres recibir, tienes que dar; el equipo tiene que empezar ganando y dar sensaciones", asegura

Muñiz, en la sala de prensa antes de comparecer.

Muñiz, en la sala de prensa antes de comparecer. / M. H.

Juan Ramón Muñiz compareció en la sala de prensa Juan Cortés de La Rosaleda para analizar el partido de este sábado ante el Extremadura (16:00). Aunque siempre dentro de sus parámetros habituales, el asturiano fue más elocuente a la hora de referirse a la trascendencia del encuentro ante un rival que pelea por la salvación y utilizó de manera abierta el término ascenso. Además, habló de su relación con la propiedad y su seguridad al cargo del Málaga.

Así las cosas, se mantiene en hablar de la dificultad de la categoría. "No nos sorprende que en Segunda sea difícil sacar victorias, que la zona de arriba esté apretada, que haya muchos equipos peleando por esa zona. Ya lo sabíamos de inicio y todo lo que pase tiene que estar controlado", asegura, pero sobre todo incide en que hablar de un objetivo en concreto hasta ahora era erróneo: "El titular es 'Bienvenidos a Segunda'. Esto es Segunda, lo demás era una fantasía. Este es el momento, estamos en abril y el equipo pelea por ascender".

Cree Muñiz que ha habido un halo de negatividad alrededor que no estaba justificado: "Hay veces que el síndrome descendido lleva a un pesimismo radical desde el principio, y el equipo ha competido francamente bien durante muchos meses porque pelea por el ascenso. Hay pesimismo porque vas tercero, cuarto o quinto, pero es que así llevamos toda la temporada. Y hay otros buenos equipos que no están ahí, y otros muy buenos jugándose el descenso. Es lo que tiene y tenemos que dominar estas situaciones".

"Puede pasar que la racha que conseguimos al principio sea la que nos ha aguantado en esta posición hasta ocho meses después, y eso no es fácil. Si nosotros conseguimos esa racha ahora ascendemos. Y los resultados están apretados, están justos, cualquiera puede ganar. Va a pasar lo mismo ahora en nueve partidos y está ese partido con el Reus, así que son ocho más bien. La cosa no está tan negra ni tan blanca, estamos en la pelea de aspirar a lo máximo y vemos a ciudades y equipos por detrás que parece que ya lo han conseguido. Ese es el síndrome, que hay que ganar a todos, que el equipo no gana, que el empate no vale…", lamenta el técnico malaguista, que vuelve a pedir apoyo y confianza al público: "Quedan ocho partidos y pedimos el apoyo incondicional de la gente. Si conseguimos que La Rosaleda sea inexpugnable estaremos más fuertes. Habrá mejores y peores días, pero que vamos a morir en el campo, que no lo dude nunca".

Esta, una nueva petición que así justifica: "Hablamos de apoyo incondicional y luego nosotros tenemos que dar. Si quieres recibir, tienes que dar. El equipo tiene que empezar ganando y dar sensaciones. Pero hay una cosa que sí veo positiva: vemos a 20.000 personas en el campo, fuera vienen a Córdoba y Granada 3.000 o 4.000, y sabemos lo que nos estamos jugando, que es lo máximo: ascender. A partir de ahí todos tenemos que ser conscientes. Pedimos pero tenemos que dar, que será hasta la última gota de sudor".

Juan Ramón Muñiz continuó su rueda de prensa tocando estos temas:

Hablar de ascenso ya no es tabú

"A principio de temporada decíamos de cuándo hablar del objetivo. Decíamos que en abril y ahora sería ridículo decir que nuestro objetivo es la permanencia. Vemos que hay equipos que no partían de esa situación y su objetivo es otro. Ahora llegas aquí, con ocho partidos entre los cuatro primeros, y pensar en otro objetivo es ridículo. Y ahora suben tres, y de esos nueve que hay arriba, tres no pelearán ni por ascender. Hay que salir vivos, con ilusión, porque lo demás era una fantasía que podíamos tener en la cabeza. Ahora no, ya es un hecho y uno de los nueve partidos está ganado seguro. Son ocho para competir entre los tres primeros. Para Las Palmas su objetivo era el máximo y ahora intentan evitar que les cojan de atrás. Al principio teníamos que ver cómo competíamos, cómo asimilábamos el cambio de todo, y una vez ves que todo está en orden, ahora sí tienes una aspiración. Ahora lo podemos decir con una base".

Palo en Granada

"La situación es la misma para los nueve equipos, y para los que están abajo, igual. Con este formato, de los 22 equipos, 18 se están jugando algo y a día de hoy casi son los 22. Este formato ha dado mucha necesidad y posibilidades para todos. Cuando hay una derrota como la de Granada con un rival directo es un golpe que te afecta moralmente, pero cuando llegas el domingo al entrenamiento tienes que levantar la moral desde la realidad, que es que el equipo está para competir y puede ganar todos los partidos. Lo primero que tenemos que hacer es confiar en nosotros y que la gente confíe, que venga confiada en lo que va a ver, que es un equipo que peleará al máximo para conseguir el objetivo".

Mantener la cabeza fría

"Tenemos que mantener el equilibrio. Hay que ir al 100% o al 1000% porque estamos en el tramo final, pero la cabeza tiene que estar por encima de todo. Luego vendrán las ganas, la voluntad y todo, pero eso lo veo a diario. Hay un buen grupo, un buen vestuario que se curra los partidos y a veces irá mejor o peor, pero que curra no hay duda. No hay un partido que no diga que el equipo no ha ido. El otro día con uno menos es cuando el equipo más corre y trabaja. Sabe lo que se juega. Ahora cualquiera de los seis, siete, ocho o nueve equipos que coja una racha subirá, por eso hay que pelearla".

Ante el Extremadura, ¿otro empate?

Para conseguir el ascenso hay que sumar de tres en tres. Cuando acabe el partido veremos, claro, porque si estabas con ocho y te han empatado pues habrá que darlo por bueno. El Extremadura se juega el futuro del club, sus jugadores y de todo. Intentaremos ganar el partido y ellos igual para salir de la zona peligrosa y ver el futuro con más optimismo. Al final estamos viendo que el Mallorca va y el Córdoba le gana, que el Osasuna no gana en Lugo. Dentro de la categoría, ahora vemos su realidad. Vengo de Gijón, que competimos copas y finales, bajaron a segunda y tardaron diez años en subir. La primera temporada nos pasaba como aquí, pero a la octava ya se aplaudía todo. En Segunda ves cómo te adaptas y no tiene nada que ver con Primera. Y espero un Extremadura que compite, que sabe qué tiene que hacer y apurará sus opciones hasta el último partido".

¿Se siente arropado por la afición?

"Dentro de la afición, si vienen 20.000 o 25.000 personas habrá gente que me apoye y gente que no, nadie cuenta con que todos estén a favor en contra. Y esa es otra cuestión que el entrenador debe saber, eso no le puede presionar ni condicionar. Desde que empecé a entrenar lo tengo muy claro, tienes que tener dedicación y profesionalidad, y no tengo ningún remordimiento. Cuando voy a los sitios, más en Málaga, me siento orgulloso de lo que hago y en este caso también porque competimos por el ascenso. Y el trabajo de muchos es intachable".

Relación con la propiedad

"Yo solo no me encuentro porque tengo un vestuario y un cuerpo técnico que está a muerte. Hay momentos de todo tipo. Al margen de eso, el contacto día a día es con Juan Rodríguez y con Caminero, últimamente menos por las circunstancias que tenga, y luego ellos tienen su contacto con el propietario. Yo nunca lo he tenido, pero cuando nos vemos nos saludamos cordialmente y en oficinas tendrán lo que sea con Joaquín Jofre y en lo deportivo con Caminero. Yo sé que el trabajo del entrenador es así y tenemos que saber llevarlo. Hay veces que vas muy arropado y otros que no tanto. Hay un lema que dice que las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas, pero eso así en todos momentos y en todos sitios. El apoyo lo noto en vestuario, cuerpo técnico y la dirección deportiva, con la que tengo contacto diario".

¿Miedo a una destitución?

"Es lo mismo que si tú o yo [dirigiéndose al periodista] ahora salimos a la calle, vamos a cruzar y si un coche se salta el semáforo coge y me atropella. Puede pasar todo en cualquier momento del día. Incluso que venga el Milán y te quiera fichar. Pero si siempre pensara así estaría que no saldría, porque y si paso por aquí al lado, se cae una teja y estoy pasando por debajo. ¿Puede pasar? Sí, pero esperemos que no pase".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios