Shinji Okazaki se montó en el autobús del Málaga como uno más para poner rumbo a Algeciras. El futbolista llegó el jueves al hotel de concentración en Estepona después de pasar los pertinentes exámenes médicos. Toda la documentación está lista a la espera de ser rubricada por el presidente del club, Abdullah Al-Thani.

Al no llegar a tiempo la firma del jeque, el futbolista ni se entrena con el equipo ni se viste de corto. Así que estuvo en el Nuevo Mirador precisamente para eso, para mirar. Eso sí, acudió perfectamente uniformado como cualquiera de los descartes del día, portando por primera vez en público el escudo del Málaga.

En la entidad andan un tanto desconcertados con el presidente. A pesar de que es casi costumbre en la entidad que Al-Thani se tome su tiempo para cualquier acción, en el caso de Okazaki se esperaba más premura.

De momento, Okazaki no es jugador del Málaga. El delantero internacional japonés llegó en la noche del miércoles a la Costa del Sol para cerrar su acuerdo definitivo. “Quiero jugar en España, da igual la categoría”, dijo en la estación María Zambrano. El contrato sigue sin firmarse y en la entidad nadie acierta a saber cuándo sucederá. El árbol parecía que se movía pero ahora mismo está quieto.