En su presencia en Área Malaguista de 101 TV, Pepe Mel habló de la situación del equipo y cómo puede afectar la Copa del Rey. El equipo sacó en los penaltis una eliminatoria contra un Segunda RFEF. El técnico busca ínputs positivos que pueden salir en cualquier lugar.

"Valdano lo dijo un día: "la cabeza hace mucho". Parece una tontería, pero pasamos la Copa del Rey por suerte, porque los penaltis son suerte. De chiripa, cayó la suerte a favor nuestra y en Zaragoza, vuelvo a repetir, que el Málaga de no hace mucho hubiera recibido cinco goles, luego llevamos dos goles que la dinámica se está empezando a torcer. Si el partido contra el Sporting dura tres minutos más hubiéramos ganado, pero debemos hacer 90 minutos en La Rosaleda a ese nivel. Lo que transmite el equipo es que en Zaragoza sufrieron mucho y todos los que hemos estado en un campo de fútbol sabemos lo que es jugar 80 minutos con 10, con el público en contra tuya y con el rival que necesitaba ganar creando ocasiones y el portero que parecía Spiderman y los defensas super hombres y terminamos el partido que los jugadores no podían ni andar. Pero al terminar se abrazaron por un punto porque esperamos que sea el inicio pero contra la Ponferradina tenemos que ganar. E igual fue en Ibiza donde empieza a cambiar eso", explicaba Pepe Mel.

"Nosotros no pensamos en la Copa del Rey ahora, seríamos unos inconscientes. Si pasamos contra el Nàstic, nos tocaría un primera y sería una ayuda para el club. Pero eso ahora queda lejísimos", decía el técnico malaguista, que era sincero y tiraba de guasa para referirse a la eliminatoria que jugarán el Juventud de Torremolinos y el Sevilla, seguramente en La Rosaleda. "Yo soy del Torremolinos desde chiquitito", bromeaba Pepe Mel. Y es que si algún club ha marcado la carrera como jugador y entrenador del técnico madrileño ha sido el Betis. Y la rivalidad con el Sevilla es algo que queda marcado a fuego.

En el programa se le mostró el vídeo del niño de Juan y Medio que le personalizó el himno bético. "Es importante que la gente te quiera. Cuando eres entrenador de fútbol normalmente tienes más malas rachas que buenas. Si te han visto como un hombre honesto es lo fundamental. Procuro que la gente de mi alrededor se sienta importante. Es importante desde la cocinera que nos da de comer todos los días hasta el chófer, los fisios, los utilleros... Ellos son los que más escuchan y están a pie de obra", cerraba.