Málaga C.F.

Puntos que valen una brújula

EL Málaga sumó tres deliciosos puntos que quizás sirvan para estar algo más de tranquilos y así encontrar el juego y el modelo que todavía faltan por definir para ser efectivos.

El equipo blanquiazul jugaba en su estadio con la obligación de sumar los tres puntos y recuperar sensaciones en cuanto a juego y estilo. Juande Ramos apostó por Koné y Chory Castro como novedades en el once, con el dibujo ya conocido de 1-4-4-2. Sin embargo, mal empezaron las cosas para los de Martiricos, pues Aduriz en el minuto tres se deslizaba como cuchillo sobre mantequilla ante la ya conocida fragilidad defensiva, esta vez mostrada por Diego Llorente.

Nuevamente el Málaga tenía que remar contracorriente. Este equipo está acostumbrado a ir por detrás, quizás demasiado. El Athletic superaba a un Málaga frágil en defensa, espeso en la construcción y desordenado en la presión. Con el añadido de salir airoso de la dureza e intensidad que pusieron los de Valverde. No obstante, una acción fortuita de los vascos en modo de expulsión metió en el partido al Málaga. Con esto y poco más llegamos al descanso.

Ahí Juande Ramos movió ficha introduciendo a En-Nesyri en lugar de Llorente, lo que se tradujo en que el Málaga llevó el peso del juego y el encuentro. El marroquí llegó a tener hasta tres situaciones de gol y una de Rosales, si bien no fue hasta la entrada de Duda cuando el equipo empezó a crear problemas a los vascos. El portugués encontró las rendijas suficientes en la muralla del Athletic, primero encontrando a un Sandro que marcaba de tiro certero, luego empujando un buen dos contra uno generado en la banda izquierda. Así que el Málaga se agarró a un clavo ardiendo. Cuando todo era oscuridad, apareció Duda para resolver la encrucijada.

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