Málaga C.F.

Razones para abonarse al optimismo

  • El parón de selecciones ha permitido a Míchel recuperar ideas, jugadores y la tranquilidad perdida

Míchel da indicaciones en un partido de la pasada temporada en Los Cármenes ante el Granada.

Míchel da indicaciones en un partido de la pasada temporada en Los Cármenes ante el Granada. / miguel ángel molina / efe

Las dos primeras jornadas de competición liguera no sentaron nada bien al Málaga. Despertaron a todos los fantasmas, dejaron al descubierto carencias y permitieron que el club se agitara con frecuentes cruces de declaraciones -y daba igual el formato, Twitter o la Sala de Prensa Juan Cortés-. Fue una semana. Seis días con dos partidos y dos derrotas por la mínima que sólo hicieron acrecentar las sensaciones que se agolparon en pretemporada. Faltaba mordiente, profundidad y gol, mucho gol. Al equipo le ha costado generar juego, ya sea por falta de piezas que lo ejecuten o de ideas o sistema que lo promuevan, pero no existió. En esa vorágine negativa, llena de reproches y caras tristes, llegó un parón de selecciones que, posiblemente, sea el más beneficioso que se recuerda a corto plazo.

Más allá de los dos buenos partidos de la selección española, las dos semanas de ausencia de LaLiga, en la que el foco mediático desaparece para apuntar hacia otro lado, ha permitido a Míchel y su escuadra centrarse en lo importante y empezar de cero. El choque ante Las Palmas -un rival que llega en una situación similar- se presenta capital para terminar de disipar esa nebulosa tóxica que venía rodeando a todos. Terminar, ya que las dos últimas semanas han servido para ajustar todo con lo que se había trastabillado. Para recuperar la confianza perdida. El primero en auspiciar esto es Míchel.

La vuelta de Ontiveros y Juanpi, los más creativos, es otro motivo para creer en un cambio

El técnico madrileño se ha encargado desde la derrota en Girona de aunar. De buscar la armonía con la que acabó el equipo la temporada pasada que acabó esfumándose entre altas y bajas. Así lo transmite en cada entrenamiento y cada vez que se prodiga por redes sociales -donde es muy activo-. "En Málaga lo sabemos, unidos hacemos más fuerza", rezaba en el último de ellos en Instagramcon una caricatura en la varios pescaderos, hombres y niños, tiraban a la vez de una red de pesca. Ese y su habitual "La Rosaleda mola". Positivismo en esencia, buscando crear sintonía entre afición y equipo.

Más allá del estado anímico que pueda mejorar Míchel, en dos semanas ha podido encontrar qué le falta a su equipo y cómo pueden encajar sus piezas en esas carencias. Es innegable la falta de solidez y de mecanismos para hacer daño que ha adolecido el equipo desde la pretemporada. Pero el Málaga son los que están y no los que pudieron llegar, ni tampoco los que fueron y ahora visten otras casacas. Con lo que tiene, el exfutbolista debe ser capaz de organizar un once que presente una idea reconocible y que se mueve en la solidez que le ha caracterizado. Este tiempo de retiro mediático ha debido servir para ello, para volver más fuerte.

El parón también ha servido para recuperar piezas importantes en el esquema. Sobre todo en la figura de dos como Ontiveros y Juanpi. Quizá, las dos piezas más creativas y determinantes a nivel individual de las que dispone Míchel. Ante la ausencia de esa chispa, la vuelta de ambos al cien por cien es una hálito fresco para el madrileño el cual tendrá más mordiente, más opciones. Pese a que Miguel Torres, Juan Carlos, Jony y Rolán siguen en sus procesos de recuperación, el regreso de Ricca y Keko aliviará al técnico. Aunque lo que creó mayor inestabilidad y discordia en las filas malaguistas fueron los rifirrafes entre Míchel yAl-Thani, ya subsanados con el paso de las semanas. El técnico está mucho más centrado a lo estríctamente deportivo y el presidente hace lo propio con otras cuestiones.

La sensación que genera el Málaga ahora es distinta, de mejoría. Sin jugar, sin fútbol, todo parece más reforzado y con signos de optimismo. Una confianza que llega gracias a un mensaje interno de unión, de tirar todos en la misma dirección. Ante Las Palmas solo queda plasmarlo.

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