Reiniciando sistema
El Málaga, gripado en los últimos dos partidos, quiere demostrarse que fueron dos tropiezos que no afectarán a la confianza labrada
En unos días se cumple un año sin ganar a domicilio
Hace dos semanas, el Málaga estaba en la lanzadera. Al fin ganó para coronar las buenas sensaciones que estaban propulsando al equipo. Hace tan sólo dos semanas. Después de eso, en apenas 72 horas las sensación de inoperancia y los cero puntos conquistados ante Eibar y Betis dejaron fríos a los aficionados. Todo lo bueno que se había ganado en el juego desapareció. Como si el sistema se hubiera caído súbitamente. Y de eso se trata el partido, de intentar reiniciarlo o, en el peor de los escenarios, comprobar que la avería es más grave de lo esperado.
El colchón con el descenso ha impedido que la nefasta racha de los blanquiazules -contando también la etapa final de Juande Ramos- haya dejado secuelas dramáticas. Pero se atisba un cierto despertar entre los equipos de abajo, aunque sea mezclando chispazos y letargo. El aviso está claro. Anoche había siete puntos de tranquilidad, y puede que esa ventaja se mantenga aun sin jugar. La cuestión es hacer acopio de puntos y confianza antes de afrontar las salidas a los campos de Leganés, Deportivo, Sporting y Granada. Si no, el conjunto blanquiazul podría afrontarlos de manera temblorosa y mucho que temer.
San Mamés no es el estadio más propicio para dar un puñetazo en la mesa. Históricamente ha costado muchísimo trabajo siquiera puntuar. Pero es que a día de hoy para el Málaga cualquier estadio es escalar el Everest. El cuadro blanquiazul está a unos días de cumplir un año sin vencer a domicilio. Demérito de Javi Gracia, Juande Ramos y Marcelo Romero. Claro que a veces las estadísticas del fútbol ofrecen morbosos finales. Si a la racha visitante del Málaga se le une que el Athletic acumula 18 encuentros oficiales sin morder el polvo, no hay escenario más plausible para que los tiburones de las apuestas busquen dinero fácil. A una cuota 5 se paga que el Málaga conquista Bilbao -más se paga por ejemplo que el Valencia vence en el Vicente Calderón u Osasuna en Las Palmas-.
A poco cotizaría que el Gato Romero repitiera alineación con la salvedad del regreso de Rosales en el sitio que ocupó Miguel Torres contra el Betis. Las rotaciones en Ipurúa no fueron nada bien, hoy no hay motivos para volver a hacer cambios aunque el último encuentro se jugara el martes pasado.
Aunque alguna modificación habrá. Puede que Jony vuelva a tener otra oportunidad desde el inicio. El Chory Castro anda algo señalado en los últimos partidos y el aficionado blanquiazul empieza a castigar a su técnico por no dar más alternativas. Por lo pronto, ayer se dejó a Ontiveros en casa, así que las opciones se reducen.
Es un buen día para que el trío que forman Demichelis, Luis Hernández y Camacho estén en la mejor forma posible. Al maño una gripe lo dejó bajo mínimos contra el Betis, al argentino se le han juntado paternidad y leves problemas físicos, mientras que el madrileño en los últimos dos partidos ha estado algo por debajo de lo que venía mostrando. Con ellos de nuevo dando seguridad renace la confianza en el resto del equipo.
San Mamés es campo grande y el Athletic un rival obligado a capitalizar la posesión y el protagonismo. A priori, esa receta suele hacer que el Málaga se sienta cómodo en su rol de equipo que se arropa bien y luego busca la contra. Pero ello exige ser un equipo parecido al que derrotó a Las Palmas hace dos semanas.
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