El Málaga CF de División de Honor juvenil está a un paso de meterse entre los cuatro mejores equipos de España de su categoría. Venció al Athletic de Bilbao en el Campo de la Federación Malagueña gracias a dos tantos de Roberto en apenas dos minutos. Queda la vuelta en Lezama, que será dura a buen seguro. Por puntos, la vuelta tendrá que haber sido en casa, pero las cosas funcionan así. El marcador no es definitivo, se podría decir que se queda corto por lo visto en el césped. Tendrán que seguir mordiendo los malacitanos para seguir aspirando a un título que el Málaga sólo ha podido conseguir dos veces.

No faltó ímpetu en el conjunto de Nacho Pérez, que desde el primer minuto trató de adueñarse del balón, de los metros y de las sensaciones. Y con un ataque que promete dar en unos años (tal vez menos) muchas tardes de gloria a La Rosaleda: Larrubia, Haitam, Roberto, Loren... 

Intensos y agresivos cuando fue necesario, el conjunto malagueño apenas sufrió un par de acercamientos del Athletic en los primeros diez minutos. Los leones eran cachorros ante un Málaga que se fue creciendo, sobre todo al compás de un Tamarit que se adueñó de la zona ancha por instantes.

Se echó en falta un arbitraje algo más equilibrado en la primera mitad, con varias entradas a destiempo de los futbolista vascos que quedaron en nada y también dos posibles penaltis (a Loren y Haitam) que se fueron al limbo.

Puso de su parte el Málaga para tratar de adelantarse, que sumó un ramillete de buenas llegadas y oportunidades. Llegó a marcar, incluso, tras una cesión inteligente de Loren -en el área y con la cabeza- para Roberto, que la clavó en la escuadra. Fue anulado por presunto fuera de juego del pichichi blanquiazul.

Lo intentaron de diversas maneras. Por dentro, por fuera, a balón parado, de acciones individuales (sobre todo mediante Haitam y Larrubia), tras combinar... Padilla fue el mejor del Athletic, evitando sendas ocasiones de Larrubia y Roberto.

La segunda mitad se inició con la misma tónica y un nuevo intento de Larrubia evitado por Padilla. Poco después se cortó el ritmo del partido tras un choque entren Loren y Mendibe por el que el delantero del Málaga tuvo que ser atendido y le obligó a regresar al césped con un aparatoso vendaje.

Y tras una hora de asedio, al fin consiguieron los de Nacho romper el candado de Padilla. Dos zarpazos, qué ironía, firmados por Roberto, el vicepichichi blanquiazul. El 1-0 (68') llegó tras una acción personal brillante de Oso, que llevamos poco tiempo en el verde. Dejó atrás a su par, apuró y remontó línea de fondo para asistir al delantero, que metió el interior en un buen gesto, lo justo para convertir ese esférico en el primer tanto.

En el segundo (el que le pone con 21 en esta temporada) fue más académico. En el punto de penalti, con el interior también de su bota derecha tras recibir un balón de Loren desde el perfil contrario al del 1-0. El delantero se dejó literalmente el físico en el campo. También el alma, que fue lo que puso para pelear, ganar y saber conducir la pelota hasta convertirla en una asistencia. Dos minutos, dos goles. Y un marcador más acorde con los méritos de unos y otros.

Los jóvenes leones quedaron aturdidos y el Málaga se lanzó a tratar de dejar resuelta la eliminatoria. Rondó el tercero con un disparo de Ibra desde fuera del área que Padilla boicoteó. En el añadido el árbitro Domínguez Cervantes expulsó por doble amarilla a Santamaría (92') que llevaba poco tiempo en el césped.

Pasado el 94' un error de la zaga de Athletic permitió a Loren plantarse ante Padilla, pero falló con el estoque. Ya no se movió más el marcador. 90 minutos (o más) separan a los de Nacho de la semifinal de la Copa de Campeones.