Resultado y crónica del Málaga CF - CD Lugo

Husmeando arriba (1-0)

  • Un Málaga muy serio vence al Lugo en La Rosaleda y se acerca a la zona de los play off

  • Genaro marcó el gol del triunfo tras un centro de Víctor Gómez

Las fotos del Málaga CF - Lugo

Las fotos del Málaga CF - Lugo / Marilú Báez

El Málaga ganó al Lugo y convierte los últimos resultados en una tendencia. Venció porque esta vez los detalles estuvieron de su parte, pero no hizo nada tan distinto a lo que viene tratando de poner en práctica en otras faenas, independientemente de si empató o perdió. Aún en construcción, el equipo se está probando trajes, está conociéndose mientras se le exige pan para hoy y para mañana. Todo sin Chavarría y con Sekou cayendo en campo de batalla. Desprende personalidad el equipo pese a sus intermitencias y lagunas. Pero es perro cuando toca, juega con el reloj y con los impulsos del rival. Dominar eso en Segunda es otra manera de marcar.

Sorprendió José Alberto con algunos cambios para cerrar esta serie de tres partidos en ocho días. Sentó a Peybernes, Brandon Thomas y Kevin (antes del encuentro dijo en televisión que estaba tocado por las patadas recibidas), por lo que ya no queda nadie que haya estado en todos los onces. Volvió Juande, pero con Lombán y en el lateral izquierdo Cufré entró por Javi Jiménez. Escassi y Genaro siguieron como escudos y por delante Jozabed. La mayor novedad estuvo en Antoñín, titular por la izquierda. Al otro lado Paulino y en punta se mantuvo a un Sekou al que se busca enchufar a toda costa.

El balón fue desde el principio para el Málaga con el beneplácito del Lugo, que jugó al acordeón y terminó amurallando su zona de contención para forzar a los blanquiazules a coser un fútbol más estático y a su vez tapar a Jozabed.

Al equipo de José Alberto prefiere morder y correr, pero el Lugo traía la lección aprendida a La Rosaleda y buscó cuando pudo a un inspirado Lebedenko. Amenazó sin mucho punch el cuadro gallego en alguna ocasión, pero casi todo lo interesante sucedía en la otra mitad del campo. Avisos leves, mucho córner, madurar y madurar.

Se armó de paciencia el Málaga y siguió a lo suyo hasta que en una larga combinación sacó petróleo de un centro de Víctor Gómez. Genaro fue a comerse el balón y ejecutó con una maniobra de mérito. Por la altura y la posición, era francamente complicado sacar un remate digno, pero el mediocampista tiró una línea imposible que besó el poste para sorpresa de Vieites. Llevaba dos partidos rondando el gol el sevillano, que está llenando parte del enorme hueco que deja Luis Muñoz.

Dejó el equipo malacitano al Lugo tener algo más el esférico y así tratar de llevar el partido a un terreno que le es más familiar, con metros para explotar las virtudes de sus atacantes. El gran lunar fue la lesión de Sekou al borde del descanso, entrando Brandon Thomas.

Regresó con ritmo el Málaga al partido, mostrando sus mejores cartas. Mandando a su manera y acosando como una avispa. Al técnico del Lugo no le gustaba el cariz que estaba tomando el partido y realizó tres cambios de una tacada (ya había hecho otro al descanso). Pero los blanquiazules siguieron a lo suyo, viendo al fin los espacios.

Lombán filtró un balón a Cufré en dudoso fuera de juego. El argentino fue forzado a driblar al portero, que tapó bien. Más clara aún fueron las siguiente. Antoñín disparó tras irse de dos defensas, el meta rechazó como pudo y Jozabed no pudo aprovecharla en boca de gol. Después fue el turno de un Paulino más activo, que intentó con un disparo hacer el segundo por su cuenta.

Ruben Albes tiró la última bala con Gerard Valentín. El Lugo seguía vivo pese a todo y la diferencia no permitía relajarse a un Málaga que refrescó banda con Kevin por Antoñín. Y lo primero que hizo fue obligar al portero gallego a hacer la parada del partido tras un disparo a lo Ontiveros que hizo una folha seca brutal.

Tuvo que apretar los dientes el Málaga, que estaba a un cuarto de hora de sumar tres puntos de oro después de tres empates consecutivo. Kevin sacó otro conejo de la chistera que Brandon no terminó de aprovechar. No dejó, no obstante, el conjunto blanquiazul de buscar la sentencia sin perder de vista a Dani Martín.

Roberto, que había entrado un par de minutos antes, chocó en el centro del campo con el portero rival en una contra. Tuvo que ser atendido pero continuó en el césped. Se mascaba la tensión en el ambiente. Y casi torna en tragedia en una acción en la que Juanpe apareció por sorpresa en el área para obligar a Dani Martín a una parada que duró una eternidad aunque sólo fuera un instante.

Aguantó el Málaga, sacando su último de muchos saques de esquina en el 94’ y defendiendo el tesoro con ferocidad. Tres puntos para un equipo que lleva cinco jornadas sin perder y husmea en la zona de play off.

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