Sabe a poco el punto que saca el Málaga CF de la visita del Sporting. La imagen vertida por el equipo fue diametralmente opuesta a la que dejó en Santo Domingo. Dominador, agresivo y con mucho sentido jugó el equipo de José Alberto que recuperó un once más reconocible. Los goles de Brandon y Ramón dan un punto que mantiene al equipo en la pomada de candidatos. Los debuts de Vadillo y especialmente Febas dejan un grato sabor de boca a una afición que volvió a disfrutar de los suyos. Hay margen de mejora.

Sin lugar a dudas la vuelta al once de Juande era la mejor noticia que se podía conocer antes del partido. La baja del cordobés afectó sensiblemente al equipo durante el último mes. Han sido seis partidos, cinco ligueros y uno de Copa del Rey, suficiente para conocer su importancia en el centro de la zaga. Brandon, Kevin y Roberto eran las otras tres novedades con respecto al once que salió de inicio ante el Alcorcón. Antoñín, Jairo, Chavarría e Ismael Casas se quedaban en el banquillo.

El Málaga se fue 1-2 al descanso en La Rosaleda pero completó unos primeros 45 minutos en los que pareció volver algo del equipo que ilusionó a la afición cada dos fines de semana. El equipo arrojó personalidad y fue dominador de la pelota, ésta vez con mucha más velocidad y sentido que en Santo Domingo. La entrada de Roberto, con su movilidad y capacidad para bajar la pelota de cara da un salida más que recurrente al equipo. Lleva el 39 a la espalda pero es de lejos el delantero centro más en forma que tiene José Alberto en su baraja. De una buena combinación del cuarteto ofensivo surgió la primera ocasión blanquiazul en las botas de Kevin que atrapó sin dificultades Mariño.

El Sporting apenas había pisado área cuando Kevin, con muy mala fortuna, tropezaba y empujaba al Puma Rodríguez, derribándolo. De primeras, Sagués Oskoz no pitó nada pero desde la Sala VOR le indicaron que revisara el VAR. Pitó penalti y fue Djuka el que transformaría el 0-1 para los visitantes. No acusó el Málaga en demasía el gol, que siguió con el mismo plan, dominador aunque falto de la lucidez necesaria para  encontrar zonas de disparo. El Sporting estaba bien replegado y esperaba para contragolpear. Antes de la media hora, de otro saque de esquina surgía la pena máxima con la que igualarían los blanquiazules: Gragera golpea a Escassi y tras revisión en el VAR, Brandon transforma el 1-1.

Es tan tangible la mejora del equipo a nivel de sensaciones como la fragilidad y casi facilidad este curso para encajar gol. De un centro lateral de Kravets, en una de sus pocas incorporaciones en el perfil zurdo, surgió una pelota que se envenenó, superó a Dani Martín y entró por el segundo palo para el 1-2. Sin merecerlo, el equipo se iba al descanso con el marcador abajo.

Febas debutaba con el Málaga al descanso y era Juande el que se quedaba en el banquillo por precaución, pasando Escassi al centro de la defensa. El catalán actuó por delante de Ramón y dejó buenas sensaciones, ofreciéndose y dando alternativas con la conducción, rompiendo líneas con facilidad, algo que se perdió con la lesión de Luis Muñoz.

El equipo seguía siendo dominador y volcaba el juego al área sportinguista. José Alberto daba entrada a Sekou y Jozabed en busca de un paso más para los suyos. En esas Brandon tuvo dos ocasiones muy claras de gol, un mano a mano que mandó al limbo por un regate de más, y otra en la que la zaga repelió su disparo tras un regate que sí le permitió abrir camino. Entraría al césped poco más tarde Vadillo, otro debutante que dejó buenas sensaciones pero que necesita aclimatarse aún. Sekou tuvo el empate en la recta final tras un buen centro de Víctor pero Mariño se haría gigante bajo palos. 

El premio a la insistencia lo encontró finalmente Ramón, que encontró un caramelo en la frontal, lo saboreó y le dio forma para clavar el 2-2 por la escuadra de Mariño. La celebración fue breve, el equipo quería más y acosó al Sporting hasta el pitido final pero la remontada fue esquiva para un equipo que mereció más en su estreno en La Rosaleda este 2022.