Resultado y crónica del Tenerife - Málaga CF

Un punto ganado, el puntito perdido (0-0)

  • El Málaga ha sido abandonado por la musas y ofrece una imagen preocupante con vistas al final de temporada

  • Desde el 44’ con uno menos, el equipo se blindó y resistió ante un rival directo

Las fotos del Tenerife-Málaga

Las fotos del Tenerife-Málaga / la otra foto

El Málaga se lleva un punto de Tenerife y es casi un milagro. Pero el fútbol va de números al fin y al cabo. No le saca de pobre, pero tampoco le hunde. Sí es evidente, no obstante, que el conjunto blanquiazul ha perdido el puntito que tenía antes del desgraciado desembarco del COVID-19. Tiene trabajo Pellicer por delante, que apostó por amarrar el 0-0 tras la expulsión de Keidi Bare y estuvo a nada de llevarse el triunfo en una jugada aislada. De cualquier modo, no puede existir ni tolerarse el más mínimo conformismo.

La alineación dejó a un par de señalados como Cifu y Diego González con respecto al partido ante el Huesca. Aunque no fueron meros cambios de cromos y Pellicer cambió su apertura con Luis Muñoz de central, Mikel y Juankar repartiéndose la banda izquierda y Keidi de pivote. Resultó desastroso.

El Tenerife pudo marcharse al descanso con tres o cuatro goles fácilmente. El Málaga apenas tenía en sus alforjas un cabezazo blandito de Juankar al comienzo. Así que el resultado estaba siendo lo mejor para los blanquiazules, que para ponerle más picante al asunto se quedaron con uno menos tras la expulsión de Keidi Bare.

A veces se agradece ver a alguien con ritmo e intensidad en un equipo con demasiados hombres trotando. Pero no se puede hipotecar así un partido, con dos amarillas evitables. Ser intenso no es vivir al límite. Además, los intentos de encajarle en el equipo –antes y después– cuando Luis Muñoz venía mostrando un nivel casi imperial en esa parcela, han hecho peor a un equipo ramplón y que evidencia demasiado a menudo miedos individuales que hacen peor al colectivo.

En el descanso Pellicer trató de blindar algo a un Málaga disminuido. Recuperó a Diego González y retrasó a Juankar para dibujar una línea de cinco, con Boulahroud –que entró por Juanpi– por delante de la defensa. Eso no importó mucho al Tenerife, que siguió su acoso al rival y empezó la segunda parte marcando un gol anulado por fuera de juego.

El partido terminó por transformarse en un monólogo local, si bien el entramado del Málaga no permitía tantas ocasiones claras como en la primera parte y casi todas las llegadas insulares venían de centros laterales. Incluso se permitió el cuadro malacitano una estirada por medio de Juankar, cuyo centro no supo aprovechar Renatos Santos.

No hubo más que echarse a la boca por parte malaguista, que sintió al diablo en su nuca con un posible penalti que Varón Aceitón ni revisó. La noche y el día en el uso del VAR comparado con Moreno Aragón.

Lo cierto es que el punto es el mal menor y un botín mayor del que cualquier malaguista esperaría viendo cómo se desarrolló el encuentro. Ahora toca recuperar piernas y centrarse en el próximo rival que visita La Rosaleda, el Extremadura. Contra los de Almendralejo no cabe el error.

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