Esteban Rolón ya no es objeto de debate ni una historia veraniega pesada. Desde ayer ya es jugador del Málaga, un melón por calar, una apuesta personal del jeque Al-Thani que la afición quiere ver y ante la que Míchel tiene dudas. Más tertulias, pero centradas en el verde, por fin. En uno de los días más largos de su vida, con viaje desde Argentina el jueves por la tarde y anuncio formal de su incorporación pasadas las 21:00 de ayer. Llegó, pasó reconocimiento médico y estampó su firma en un contrato que le hará blanquiazul hasta junio de 2021. Con un claro objetivo: "Quiero aprender de este fútbol".

Se le notaba el cansancio en la cara. También la bisoñez, acrecentada aún si cabe en la foto oficial con el club, con esos braques propios de alguien joven. Sus 22 años y ningún bagaje siquiera en la élite de su país, aunque le bastan para que voces de compatriotas autorizadas le vean un prometedor futuro por delante. Físicamente no aparenta ser un dominador de la parcela ancha, aunque las actuaciones que pululan por la red definen a un jugador con buena capacidad para ocupar espacios y que sabe desembarazarse de las emboscadas que por allí se trazan.

Este fin de semana se ejercitará en solitario y pasado mañana sería presentado en sociedad

Míchel pretendía un perfil de futbolista distinto, más bien opuesto; capaz de aportar su veteranía y liderazgo para que la baja de Ignacio Camacho fuera menor -de ahí su insistencia con Javi García-. Pero es Rolón el que está aquí. Y, por lo pronto, con toda la intención del mundo de hacerlo bien para ir convenciendo al madrileño de que puede tener su sitio entre los once. "Vengo a estar a disposición del técnico. Estoy bien físicamente y preparado", dijo de manera escueta a su llegada, cuando también confesó haber "hablado con Martín [Demichelis] sobre el club".

La hoja de ruta de Rolón supone que este fin de semana empezará sus primeros entrenamientos. Lo hará con un preparador en solitario hasta que el grupo regrese de Girona y se pueda sumar a ellos. La fortuna ha querido que el primer parón por los compromisos internacionales le dé 15 días para ir aclimatándose a sus nuevos compañeros y el método de Míchel. En el partido contra Las Palmas, el 11 de septiembre, dispondrá de su primera oportunidad para ser convocado, aunque a día de hoy parece complicado.

Seguramente su presentación tenga lugar pasado mañana. "Voy a intentar sumar en el grupo. Estoy preparado para jugar en LaLiga, es un reto para mí", es por el momento su mensaje más agudo. La historia del 5 de La Paternal, con pasaporte polaco. Una incógnita cifrada en torno a 3,5 millones de euros.