Bajarse de una nube nunca es agradable, pero el Juventud de Torremolinos puede tener la cabeza bien alta. El 0-3 ante el Sevilla quizás fue hasta un poco excesivo. No porque los de Nervión no tengan materia prima para avasallar a un adversario que compite habitualmente en el mismo grupo que su filial, sino porque el modesto Torrole tuvo personalidad para tratar de mirarle a los ojos con nobleza.

Ni encerrona ni nada, fútbol al peso y ganó el mejor. Pero nadie podrá borrar los días de vino y rosas, el ambiente vivido, el récord de espectadores, un pueblo unido en torno a un equipo, a una ilusión. Desde luego, club y Ayuntamiento estuvieron a la altura.

El Torremolinos comenzó la eliminatoria sin complejos, apretando arriba por si forzaba algún error del Sevilla, que podía correr el riesgo de relajarse ante la diferencia de potencial. Pero Sampaoli, que no contaba además con los mundialistas, se había preparado el encuentro y hasta había visto in situ a su adversario. Respeto.

Fueron los nervionenses quienes se aproximaron con peligro por primera vez a los diez minutos tras un saque de esquina en el que el esférico llegó a Fernando, que estrelló el balón en el travesaño. Respondieron los verdes con una contra en la que gozó de sendos disparos, el primero abortado por Dmitrovic.

A partir de ahí el Sevilla fue inclinando la balanza cada vez más hacia su lado. El Torremolinos era generoso para intentar contener al rival, que encontró un filón por la banda de Jesús Navas en la primera mitad. El capitán sevillista fue precisamente quien originó el 0-1 con un fuerte disparo que Amador Zarco supo rechazar pese a la violencia del mismo.

El viento jugó en contra esta vez y la pelota hizo un efecto raro y no llegó a salir del campo. Rafa Mir anduvo atento para pescar y dejársela en boca de gol al joven Carlos Álvarez, que había desperdiciado una clarísima minutos antes.

Siguió insistiendo el Juventud, que incluso apuró más de la cuenta en la salida de balón algunas veces. Casi al borde del descanso, hubo una jugada que pudo cambiar el signo del partido. Un buen ataque local acabó con Javi López recortando a Navas, que tocó en el pie al exmalaguista. Acabó siendo amonestado para más inri.

Entró con un cambio y energías renovadas el Torremolinos en el segundo tiempo, pero le duró poco el ímpetu. A los 52 minutos una nueva aparición de Mir en el área acabó con Fernández tocando el balón hacia su portería sin que Amador Zarco pudiera hacer nada.

El 0-2 era una losa importante, pero Ibon Pérez hizo algunas modificaciones y el Torremolinos, a lomos de su afición, intentó discutir la superioridad al Sevilla llegando incluso a asomarse por el área de Dmitrovic. Los de Sampaoli bajaron alguna marcha, pero terminaron de finiquitar el partido con un disparo de Rafa Mir que Zarco repelió como pudo. El rebote quedó corto y Jordán aprovechó para remachar en boca de gol. Fin del sueño, ahora toca recuperar el pulso en el Grupo 4 de Segunda Federación.

Ficha técnica

Juventud de Torremolinos: Amador; Miguel, Isma Heredia, Fernández, Dani Lavela; Fran Castillo, Caturla; Javi López, Javi Amaya, Machuca; y Alexis. También jugaron Forján, Pescador, Gerrit, Carlos Cano y Carlos García

Sevilla FC: Dmitrovic; Navas, Nianzou, Gudelj, Rekik; Carlos Álvarez, Joan Jordán, Fernando, Rakitic, Óliver Torres; y Rafa Mir. También jugaron Nacho Quintana y Quique Salas.

Goles: 0-1 (31’) Carlos Álvarez. 0-2 (57’) Dani Fernández. 0-3 (93’) Jordán.

Árbitro: Díaz de Mera (castellano-manchego). Javi López, Jordán, D. Fernández, Miguel y Carlos Cano.

Incidencias: Encuentro de la segunda ronda de la Copa del Rey disputado en el estadio El Pozuelo ante unos 3.000 espectadores.