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UD Ibiza - Málaga CF: Cerca significa nunca (1-1)

El Málaga CF celebra el gol.

El Málaga CF celebra el gol. / La Otra Foto

El Málaga se deja dos puntos en Ibiza en el partido más importante de la primera vuelta. Está instalado en el casi, y aquello que anda cerca de suceder es que nunca ha ocurrido. Todo lo demás son lecturas, visiones particulares y muchos debates a menudo indemostrables, que suceden en el mundo de la hipótesis. Realidad hay una: 16 puntos en 20 partidos.

Pepe Mel volvió a quejarse de un penalti, en este caso uno sobre Loren Zúñiga en la última acción del partido y señaló un mal trato por parte del VAR con el Málaga. Con o sin él, su equipo no logra poner el candado en su portería jornada tras jornada. Eso es un patrón, no algo casual. Sin amarrar el cero, no saldrá del pozo.

Después de dos partidos entregado, matices aparte, a un dibujo con tres centrales, Pepe Mel planteó el duelo ante el Ibiza de otra forma. En este Málaga de los lesionados y los picos bajos de forma, es difícil distinguir a veces qué es parte de un plan y qué es necesidad. Pero eso también es cosa del fútbol, que se autorregula en ocasiones al compás de gente que no está en la lista de invitados.

De cualquier modo, el Málaga recuperó la línea de cuatro atrás, insistiendo en Ramalho como lateral diestro y con Javi Jiménez de nuevo en su flanco. También se mantuvo Genaro en el centro, esta vez con Jozabed –otro que estaba contando poco o nada– en lugar de Luis Muñoz. Aunque quizás la diferencia esencial estaba en la inclusión de Pablo Chavarría.

Es cierto que el Málaga permitió a los 40 segundos que el Ibiza se colase en el área (Javi Jiménez evitó el remate de Appin) y a los 10 minutos concedió un cabezazo a Ekain. Pero poco a poco se fue asentando en el mojado verde ibicenco. Tuvo momentos de gran movilidad, como si de repente los actores del centro del campo blanquiazul se hubiesen liberado de unas cadenas invisibles.

Supo tejer desde la paciencia y el orden el Málaga ante un rival que, sinceramente, no dio buenas sensaciones. La clasificación no miente. No habría sido extraño ver a los de Mel adelantarse antes. Villalba, que está creciendo a pasos agigantados, desperdició un mano a mano disparando al bulto con Chavarría cabalgando a su lado para nada. Faltó generosidad.

El argentino casi conecta con Rubén Castro para dejarlo solo tras una recuperación de mérito y carácter. Orsay por poquito. Luego también fue uno de los participantes en una serie de balones al área vía falta lateral/saques de esquina. No era un vendaval pero al Ibiza le costada sujetar al Málaga.

Había soltura, buena lectura y algo más de piernas en los blanquiazules, que tejieron el 0-1 del modo más clásico. Centro y gol. El servicio de Javi Jiménez fue excelente, sin embargo, el foco tenía que ser para el rematador, Chavarría. No mojaba desde el 30 de enero de 2021 en Alcorcón. Llegó desde atrás, implacable para coronar una primera mitad que te la habría firmado el mejor Kuyt.

Aguantó con solvencia hasta el descanso, con su ventaja corta pero merecida. Y regresó, como ante el Granada, rondando el segundo (Miki evitó la conexión Febas-Villalba en boca de gol). Desde ese punto permitió al Ibiza meterse en el partido y los de Alcaraz empataron en un desajuste más del Málaga a nivel defensivo. No es cuánto concedas, porque te llegaron poco, es que siempre cae alguna y así es imposible. Villalba deja de seguir a un rival, Escassi rompe el fuera de juego y Burgos y Ramalho volvieron a ver a un rival instalarles la Quechua en el área.

Herrera es el enésimo destructor de sueños, pero al Málaga no le habían sentado bien los cambios. La presencia de N’Diaye y ahora también la de Luis Muñoz, no termina de encajar en un ecosistema sostenido con pinzas.

El miedo a perder se apoderó del Málaga, que necesitaba ganar de cualquier manera pero de ninguna podía permitirse que el Ibiza le ganase un enfrentamiento de seis puntos. La presencia de Loren y Fomba no aportó tampoco gran cosa. En realidad, más allá del posible penalti a Febas y de la última ocasión de Chavarría, los de Mel intimidaron bien poco a los de Alcaraz.

La realidad es que el Málaga no pudo con el único rival que rivaliza con él por ser el peor de los conjuntos de la categoría. La realidad es que de tres partidos seguidos has sumado dos puntos. El Málaga no podrá, en el mejor de los casos, finalizar la primera vuelta con 20 puntos. Si acaso 19, ante el Alavés...

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