El mundo del fútbol despide a Andrés Perales
Numerosas personas vinculadas al Málaga dicen adiós al mítico empleado del Málaga
Buena parte del malaguismo dio la última despedida a Andrés Perales, mítico empleado del club que durante más de 50 años desempeñó numerosos cargos en la entidad, desde los tiempos del Club Deportivo Málaga hasta casi la actualidad. Fue chófer del mítico Flecha Azul y desde el año 1966 estuvo trabajando en diversas funciones. En las últimas décadas fue guardián de La Rosaleda, donde vivía en una casa adosada.
El funeral fue este jueves en Parcemasa y numerosas personalidades del Málaga CF acudieron a dar al último adiós a un emblemático empleado de la entidad que marcó durante muchos años a quienes trataron con él. El administrador judicial, José María Muñoz, el responsable de relaciones y protocolo, Francisco Martín Aguilar; el consejero José Antonio Ruiz Guerra; el director general, Kike Pérez;el director deportivo, Loren Juarros, numerosos trabajadores que siguen en el club y otros que salieron recientemente, como Manolo Gaspar, Josemi y Lucas Rodríguez, estos dos tras el ERE recientemente ejecutado. Tras el partido ante el San Fernando también estuvo Sergio Pellicer acompañado de varios jugadores de la primera plantilla. También algunos históricos de la entidad, como Txomin Larrainzar, Antonio Tapia, Manuel Hernández Navarrete y mucha gente relacionada con el mundo del fútbol. La numerosa familia de Andrés Perales tuvo el respaldo del mundo del fútbol malagueño en el adiós al guardián de La Rosaleda.
Historia del balompié malagueño
En las últimas tres décadas, su función fue la de conserje en el estadio de Martiricos, donde vivía en una casa adosada, además de otras labores. "En aquellos tiempos hacía de ayudante de utillero con Pepillo Zambrana", su mejor amigo y compadre. También de vigilante de seguridad, "con mis perros". Y de cuidador del césped. "Antes se sembraba de manera artesanal, a mano, no con tantas máquinas", decía Andrés, tan ligado al club como su mujer, la inolvidable Antonia, en una entrevista con el club unos años atrás.
El Estadio La Rosaleda es su hogar, donde reside desde hace más de tres décadas. "Primero vivía en Gol, cuando los Mundiales", recordaba, mientras repasaba nombres míticos de la historia del Málaga: "Viberti, Juanito, Ben Barek, Américo...". Señalaba su peor momento "cuando el equipo desapareció", como CD Málaga, en 1992. Incluso siendo embargado el antiguo CD Málaga, Perales y Antonia siguieron viviendo dentro de las instalaciones del estadio y mantuvo en buen estado el césped. "Fue una temporada dura, no contábamos con ingresos por la incertidumbre del club. Él trabajaba por las noches en un taxi que un amigo le dejaba, así entraba algún dinero en casa. Con el taxi podía comprar gasoil para abastecer las máquinas del césped. Papá se encargaba de cortarlo y mantenerlo hasta que llegase una nueva directiva. Gracias a Dios todo cambió", relataba Andy, su hijo
Durante la pandemia permaneció vigilando el estadio y también fue objeto de reportajes. "Somos malaguistas, siempre remontamos. Mucho ánimo y compromiso, entre todos podremos salir de esta", decía entonces. Una frase de Andrés para tatuarse y tener presente ahora que no está ya. Descanse en paz Andrés Perales León.
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