El nombre de Vicandi Garrido sigue ocupando el pensamiento de los aficionados del Málaga. Hay que olvidar, obvio, pero el tremendo enfado por su pésimo arbitraje en Villarreal sigue latente. A sus fallos sobre el césped se unió una sonrisa, tras pitar el penalti de Rosales, que hizo aún más sangrante la herida. Sin embargo, esa actitud sonriente tiene un porqué.

Todo viene, tal y como explicó ayer en COPE Málaga Isaac Fouto, por una petición expresa a Vicandi por parte del Comité Técnico de Árbitros, que entendía que la actitud y los gestos del colegiado nacido en Portugalete no eran los más adecuados. "Vicandi va de más a menos. El CTA le dijo que cambiase el semblante, por eso su risa. Es una máscara para corregir sin maldad", indicó Fouto, especialista en temas relacionados con el estamento arbitral.

Desafortunadamente para Vicandi, sus errores casi siempre están cargados de polémica. Así ocurrió hace dos jornadas, cuando el árbitro vasco se encargó de actuar de juez en el Espanyol-Sevilla. En dicho encuentro señaló un penalti en contra del conjunto hispalense en el primer minuto, que completó con la roja directa mostrada a Nico Pareja. Pues bien, echando un vistazo a las imágenes se puede comprobar cómo Vicandi sonríe de la misma forma en presencia de Nasri y Mariano, que protestaban la acción una vez Reyes anotó la pena máxima.

La realidad es que el futuro de Vicandi es más que negro, al menos en lo que se refiere a la Primera División. "Apuntaba a internacional. El año pasado rozó el descenso y este año no le salvan. Comete muchos errores y va de más a menos. La próxima temporada Vicandi estará en segunda", aseguró Fouto, que estima que el Comité Técnico de Árbitros actuará consecuentemente y evitará que Vicandi arbitre más al Málaga hasta el final de la presente temporada.

De momento, la plantilla blanquiazul al unísono e incluso el director deportivo, Francesc Arnau, alzaron la voz para denunciar una situación que se ha ido agravando con el paso de las jornadas. Así, el Málaga se siente absolutamente perjudicado por la labor arbitral, coyuntura que se agrandó después de que Vicandi sepultara en Villarreal las opciones de victoria del Málaga.