Adrián Niño: "De pequeño estaba todo el día jugando en la calle, eso se ha perdido”

Adrián Niño Heredia (Rota, 2004) siente sobre sus espaldas el peso de haber sido el primer jugador en mucho tiempo por el que el Málaga paga un traspaso. Sin embargo, este joven roteño tiene las ideas muy claras. Todo el nervio que expone en el verde es proporcional a la calma que destila fuera del mismo. Tiene las ideas claras y cuenta con un círculo cercano para que no se le despeguen los pies del suelo. Su puesta en escena ha sido convincente, tanto que le ha valido para ir a la selección española sub 21. Este Juancarlista, pero de Aragón, tiene hambre.

Pregunta.-¿Cómo ha sido la experiencia con la sub 21?

Respuesta.-Pues es un sueño representar a tu país siempre, ya lo había hecho anteriormente pero esta vez creo que es un gran paso por ser sub 21 y lo he disfrutado mucho.

P.-Salir y marcar, ¿qué sintió? ¿Era como imaginaba? ¿De quién se acordó primero?

R.-Tenía claro que iba a aprovechar los minutos que tuviese y dejar buena imagen, fue una alegría inmensa y rápidamente te acuerdas de los que siempre están apoyándote en el día a día, familia, mi novia, amigos.

P.-¿Quién se queda esa camiseta?

R.-Esa probablemente se enmarque.

P.-Pellicer lamentó que fuera para no tener minutos. ¿Qué opina?

R.-Es fútbol, a todos los jugadores nos gustaría jugar todo, si por mi fuese hubiera ido a jugar contra el Granada y volver luego pero es decisión de los místers y hay que estar para apoyar.

P.-¿Qué pensó cuando se quedó fuera en el primer partido?

R.-Un poco frustrado por no poder participar y tampoco poder ayudar al Málaga el día siguiente.

P.-¿Cómo fue el regreso al equipo?

R.-Los echaba de menos tenía ganas de volver y seguir en nuestra lucha.

P.-¿Qué tal vio al equipo en El Alcoraz? ¿Cómo valora el partido, y el desenlace?

R.-Competimos bien pero tenemos que seguir mejorando y dar un paso adelante, estamos en el camino.

P.-Un resumen rápido de sus primeros meses.

R.-Me ha ido todo bien, me he adaptado rápido. Málaga me ha acogido muy bien.

P.-El sur es lo que tiene.

R.-Sí, es lo que tiene. Se echaba un poco en falta estar cerca de casa. Ahora mi gente está más cerquita y tiene la excusa perfecta. En verano más todavía.

P.-De una cantera importante a un club profesional con poso.

R.-La repercusión de un club como el Málaga es muy grande y se me ha puesto presión desde que llegué, también por el tema de pagar traspaso. Algo que afronto con mucha ambición de hacerlo bien.

P.-Ha caído de pie.

R.-Sí, Málaga me ha acogido bien.

P.-Un vestuario con guasa, aunque se hayan ido algunos de los más bromistas como Manu Molina y Kevin.

R.-Eso me han contado, que eran de los que más caña daban. Este año está más tranquilito, pero alguna me ha caído. De estar en el baño y que te tiren hielo. Ninguna grave de momento. Alguno se la lleva de vuelta.

P.-¿Cómo vivió el primer rugido de La Rosaleda tras su primer gol?

R.-Desde el campo se vive diferente. Se siente la energía, aunque yo estaba más en coger el balón rápido para intentar remontar. Por la cabeza un cúmulo de sensaciones que espero repetir más veces. Es una explosión de todo, ruge fuerte La Rosaleda.

P.-¿Quiénes fueron las personas clave en su proceso de crecimiento desde que llegó al Atleti?

R.-Llegué de la mano de Canito. Luego todas las personas del club te ayudan día a día. En la residencia, los entrenadores, personas con las que forjas vínculos fuertes y en las que te apoyas en los momentos no tan buenos. Conoces personas de calidad.

P.-¿Fue duro?

R.-Separarme de mi familia con 16 años, en la etapa del Covid, con cierres perimetrales… ¿Dudar? Yo tenía claro que iba a cumplir un sueño y lo tenía que conseguir.

P.-¿El día de su debut le dijo Simeone que iba a marcar?

R.-Me dijo que iba a marcar los dos, íbamos perdiendo 1-0. No me sonrió la suerte ese día.

P.-¿Y su relación con el Niño Torres?

R.-Es un referente, un ídolo. Ha estado entre los mejores delanteros del mundo y eso te ayuda mucho. Quién mejor que él para ayudarte a mejorar. Y como persona es un diez. Siempre hemos tenido una conexión especial, siempre estuvo cerca de mí. Me dio la enhorabuena cuando firmé por el Málaga.

P.-Allí vería mucho talento.

R.-Y los que se quedan por el camino… la línea de los que sí y los que no es muy fina, son detalles muy pequeños. Algunos parecían que iba a ser…

P.-¿Cómo se traza esa línea?

R.-En el fútbol hay muchos factores determinantes. Aunque parezca que no, los pequeños detalles como llegar temprano, conocer y saberse el nombre de la gente, saludar… Los de aquí me los voy aprendiendo todos. Es un club muy cercano y me lo han hecho muy fácil. He conectado con todos. Con Chupe, Dani, Joaquín…

P.-¿Quién era su espejo de pequeño?

R.-Veía fútbol de todos los colores. De niño te fijas en los mejores, Cristiano, Neymar, todos. Sacar lo mejor de cada uno. Estaba en la calle todo el día jugando, he mamado fútbol.

P.-Se ha criado en la calle jugando, eso a día de hoy…

R.-Eso se ha perdido. Yo salía de casa a las 4 o las 5 de la tarde con mi vecino y volvía para cenar. En el parque, en la placita, en el colegio. Esa era mi infancia en Rota, de playa, de fútbol, de amigos… Tuve una época en la que estuve de pequeño en el Cádiz pero volví a mi pueblo a jugar porque era pequeño y lo que quería era disfrutar y seguir jugando. Nunca perdí la esperanza de ser futbolista, era lo que quería. Llegó un entrenador un año que me hizo volver a creer en que saldría adelante. Juan Toro. Es muy amigo mío, seguimos en contacto. Tuve un año muy bueno, de ahí fui al Sanluqueño y de ahí al Atlético.

P.-¿Quién le dice a Niño las verdades?

R.-Mi madre y mi padre.

P.-¿Siempre? ¿Se las suavizan?

R.-Siempre. Si es bueno, es bueno y si es malo, aunque te enfades y no te guste escucharlo, pero son los que de verdad te dicen las cosas. También mi pareja y algún amigo. También me he encargado de haberme rodeado de un círculo cercano y cerrado que te dicen las cosas cuando te las tienen que decir.

P.-Está en un mundo en el que el éxito lleva al halago, la foto, todos quieren ser su amigo. ¿Ha pensado en que se le pudiera ir la cabeza, en tener cuidado para no caer en eso?

R.-Nadie te prepara para estas cosas, pero a mí no me ha importado mucho la fama. Me mantengo humilde y sabiendo de dónde vengo.

P.-Por cierto, siendo de Rota conocerá a Antoñito Molina.

R.-Personalmente, no, pero sí a su padre, que era el que iba a cobrar las cuotas en la Roteña, donde yo estaba de pequeño. Está rompiéndola el tío.

P.-Y le habrá visto también con su chirigota.

R.-Sí, soy carnavalero. Y juancarlista. Lo sigo escuchando a día de hoy. Soy más comparsista. En chirigota me gusta el Bizcocho. Mi padre ha llegado a cantar en el Falla con una chirigota de Rota.

P.-¿Dónde se ve dentro de diez años?

R.-De momento voy a día, en hacerlo bien aquí y ya se verá en el futuro.

P.-¿Le da mucha caña Pellicer?

R.-Es un tío intenso que cuando hay que apretar, aprieta. Pero también es cercano, te habla y te da confianza.

P.-Es de los que se pone cifra de goles.

R.-Intento meter en cada partido que salgo. Y si no, ayudar al equipo.